Homicidio múltiple en Buenos Aires se convierte en una de las masacres con más víctimas

En los últimos cinco años, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no tiene registro de homicidios múltiples con un grado alto de violencia como el ocurrido en Brunka de Buenos Aires, Puntarenas, este domingo.

Según el director del OIJ, Wálter Espinoza, este es un caso complejo porque ocurre en un lugar alejado, donde no hay testigos (ver entrevista completa en el video adjunto).

“En los últimos cinco años, no tenemos reportes en archivos de OIJ que tengan una cuantificación como la de este hecho. Hemos abordado casos donde hay cinco, cuatro víctimas y homicidios múltiples de toda naturaleza, pero no tienen la condición ni perspectiva de este, como el tema numérico”, dijo Espinoza.

Para la Policía Judicial, este es un caso difícil porque, al ser una zona alejada, los delincuentes usan la violencia extrema para acabar con la vida de personas que estaban presentes en el sitio.

Un estadounidense, dueño de la propiedad donde ocurrieron los hechos y quien también fue asesinado, había requerido en otras ocasiones de las autoridades porque fue víctima de asaltos.

Dos de los asesinados fueron llamados por el extranjero para que le repararan maquinaria agrícola y que, a la vez, conocieran el sitio: esto propició que los demás fueran al lugar.

“El estadounidense había sido víctima en otras ocasiones de hechos delictivos, era una persona conocida y respetada en la comunidad, donde tenía buena relación con los vecinos y, en principio, no había provocado alguna circunstancia para que un hecho tan atroz como este pudiera suceder”, comentó Espinoza.  

La Policía Judicial cree que quienes ejecutaron los hechos pretendían sustraer objetos del lugar; sin embargo, los agentes deben de hacer un trabajo muy profundo y analizar cualquier circunstancia de orden anormal o llamativa, que los lleve a conclusiones puras que sirvan para resolver el caso.

El jerarca del OIJ confirmó que este sería el primer asalto que sucede en la Zona Sur con un alto grado de violencia, que incluye seis homicidios.  

Las autoridades identificaron a las víctimas como de apellidos Quesada Cascante de 44 años (padre), Villarevia Rivera de 41 (esposa) y Quesada Villarevia de 20 (hijo), además de una mujer de apellidos Zúñiga Rodríguez de 40 años y un hombre identificado como Borbón Muñoz de 38 años.

Todos los oriundos de Pérez Zeledón viajaron en un carro marca Ford hasta la propiedad del extranjero, identificado como de apellido Sandusky de 61 años.