¿Hay miniejércitos operando ya en el país?

En las últimas semanas, las autoridades detuvieron a dos grupos criminales con armas tipo AR-15, AK-47 y chalecos antibalas, lo cual prende las alarmas en los cuerpos policiales sobre la posible conformación de miniejércitos en el país.

Estos grupos actúan con suma violencia, matando a rivales y hasta robándoles los cargamentos de droga, en una clara señal de dominio de territorios y hasta de trabajo de inteligencia para poder lograr sus objetivos.

Teletica.com conversó con el exministro de Seguridad Gustavo Mata y, con los expertos, Álvaro Ramos y Gerardo Castaing, para conocer su posición sobre si realmente hay miniejércitos en el país o minicárteles nacionales de la droga.

“Es claro que hay minicárteles en el país y los puntos más fuertes de estas agrupaciones son los puertos (Limón, Puntarenas) porque por ahí entra la droga proveniente principalmente de Colombia y otros países del sur.

“Las armas que están utilizando son muy peligrosas porque se usan en guerras, así que hay que tomar en cuenta de dónde vienen, sin embargo, hay información la cual indica que llegan en los alijos de cocaína de Colombia y, muy probable, eran las utilizadas por las guerrillas”, comentó Mata.

Álvaro Ramos asegura que Costa Rica tiene síntomas y signos de que los grupos de gatilleros han mutado porque ahora se ven operaciones y ataques más profesionales llevados a cabo por sicarios nacionales y hasta por extranjeros que llegan a realizar labores contra objetivos específicos.

“En Colombia, México y Guatemala los grupos criminales se unifican para hacer envíos de drogas y empiezan a militarizar a la mafia. Esto está sucediendo en Costa Rica con la posibilidad muy alta de que expolicías podrían estar trabajando para los grupos criminales; este punto hay que observarlo detenidamente porque puede ser que ya haya exmiembros del Poder Judicial y de la DIS (Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional) trabajando con grupos narcos.

“Hay indicios como la escalada de violencia, la llegada de grupos del Caribe al Pacífico Central, así como el decomiso permanente de armas de grueso calibre, incluyendo granadas de mano que nunca se habían utilizado en Costa Rica, eso significa ya un estado de militarización y entrenamiento que viene de personas que ya estaban entrenadas”, comentó Ramos.

Para Ramos, sí hay una militarización de la mafia y el problema más grave es que el país no tiene cómo detener esto porque, según dice, la clase política no está preparada ni hay unidades policías adecuadas para contener las provincias como Limón, Puntarenas y Guanacaste.

Otros de los que coincide en que hay muchos indicios de que se puedan estar conformando comandos, no solo criminales, sino con intenciones políticas, es el experto en seguridad Gerardo Castaing.

“Es posible que haya extranjeros agudizando la crisis desde el punto de vista criminal. Las armas que ingresan al país vienen del narcotráfico y lo más seguro son de Colombia, aunque el movimiento natural es que la droga vaya hacia el norte y el dinero y las armas al sur.

“Llamarlos miniejércitos es muy arriesgado, pero la presencia de extranjeros formando parte de la criminalidad supone que hay un aprovechamiento de la vulnerabilidad de las fronteras y del sistema de contención de Seguridad Pública”, expresó Castaing.

Para los expertos, estos grupos están integrados por muchas personas que desarrollan no solo actividades criminales sino también políticas.

Además, consideran que la facilidad con la que se obtienen armas de grueso calibre hace que los grupos narcos tengan una equivalencia táctica igual o superior a la de la Fuerza Pública y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).