Por Luis Jiménez 1 de marzo de 2023, 11:22 AM

La muerte de un niño de ocho años, producto de una balacera ocurrida en Zapote, San José, entre la noche de domingo y madrugada de lunes, enciende las alarmas en Costa Rica por el aumento sostenido en la inseguridad.

Samuel Arroyo recibió un disparo en el pecho, al parecer de un arma tipo AK-47, mientras dormía en su cama. Su padre logró auxiliarlo y fue llevado de emergencia al Calderón Guardia, donde fue abordado inicialmente y trasladado al Hospital Nacional de Niños. Ahí permaneció internado, pero luego de tres operaciones para extraerle un proyectil del tamaño de medio dedo, fue declarado fallecido durante la mañana de este miércoles.

Ante esa situación, Teletica.com conversó con tres analistas y expertos en seguridad, Álvaro Ramos, Gerardo Castaing y el exministro Gustavo Mata, quienes coinciden en que el país está en graves problemas.

“La muerte del niño inocente, ausente de actividad criminal, cuando estaba durmiendo con su familia, es inaceptable y esto es un campanazo para todos los sectores de la sociedad porque el país está en problemas en materia de seguridad.

“Si un niño no puede dormir tranquilo en su casa, con su familia, donde ninguno está involucrado con hechos delictivos, nadie en el país está seguro y todos los ciudadanos costarricenses como visitantes y turistas están en un ambiente de inseguridad, lo cual es grave, que lleguemos a este punto”, dijo Ramos.

Datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) revelan que hay un aumento extraordinario en el número de personas inocentes que mueren por disputas entre organizaciones criminales, así como las mujeres asesinadas por bandas delictivas.     

“El tratamiento de este tema ya dejó de ser el normal y hay que pasar a medidas estrictas de carácter judicial, lo que hay que hacer es darle recursos a la Policía para que puedan contener y luego hacer retroceder la situación en que estamos.

“Necesitamos policías con más personas, más recursos económicos y tecnología, todo esto está ausente y el actual Gobierno les ha quitado recursos a las Policías y al OIJ, por lo que es total responsabilidad de ellos y no parece que vayan a actuar rápido”, agregó Ramos.

Para Gerardo Castaing, la presencia de armas de fuego sin control en manos de la delincuencia es preocupante, más aún porque tienen un uso distinto al que le puede dar el policía.

“Un policía no puede disparar indiscriminadamente, pero a los delincuentes no les interesa si hieren o matan a inocentes. Hay movimientos de armas a toda hora del día y no hay control de este tipo de casos, por lo que se debe de tomar medidas urgentes porque estamos en una situación de emergencia”, señaló Castaing.

El analista en seguridad también comentó que “lo del niño es muy doloroso e impactante, y ya no se puede dormir tranquilo porque por más lejano que se escuche una balacera, hay que protegerse porque el proyectil de una AK-47 pude viajar hasta un kilómetro y medio de distancia desde donde fue percutido”.

El exministro de Seguridad, Gustavo Mata, asegura que la actual situación que vive el país es grave, algo que se ha venido indicando desde hace muchos años.

“Hemos advertido que la incidencia criminal iba a subir, nuestros cuerpos policiales no tienen los medios suficientes para combatir y es tal el problema que tienen más de 1.500 unidades policiales varadas. Las delegaciones se están cayendo porque no tienen el recurso para poder arreglarlas; los uniformes, chalecos, las botas están desgastadas y prontas a vencer.

“Lo que está sucediendo en las calles, donde matan a la gente a plena luz del día, pone en riesgo a terceras personas como mujeres y niños, me pregunto: si esta no es una emergencia, ¿qué es? El Poder Ejecutivo es el que tiene toda la responsabilidad de lo que sucede porque no quiere financiar a los cuerpos policiales”, agregó Mata.

El exministro afirma que Costa Rica no tiene la capacidad para frenar esta ola de delincuencia y que no hay equipo necesario.

En el país, cada 13 horas ocurre un homicidio y, en lo que va del año, ya suman 145 asesinatos, 36 más que al mismo periodo del año anterior.

La expresidenta de la República y exministra de Seguridad, Laura Chinchilla, lamentó a través de sus redes sociales la muerte del niño de 8 años y pide no ser indiferentes a situaciones como estas.

Randall Zúñiga, director interino del OIJ, señaló que, durante el 2022, los asesinos acabaron con la vida de 18 personas inocentes; solo en enero de este 2023, la cifra alcanza las 14 muertes colaterales producto de balaceras.

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