Por Luis Jiménez |3 de junio de 2024, 16:10 PM

La tentación de acercarse a un río durante la época lluviosa puede ser fuerte para algunos aventureros, pero las consecuencias de tal decisión pueden ser graves e incluso mortales.

En esta temporada del año, muchas personas visitan los afluentes para refrescarse debido a las altas temperaturas, pero puede ser muy peligroso porque en ocasiones, aunque no está lloviendo, en las partes más altas de las montañas es donde sí se dan las precipitaciones. En esos casos, los turistas son sorprendidos cuando el caudal aumenta abruptamente.

Durante el invierno, las lluvias aumentan significativamente, y esas condiciones contribuyen a que las corrientes sean más fuertes y rápidas.

El fin de semana que recién pasó, la Cruz Roja Costarricense atendió siete emergencias en ríos, donde cuatro personas fallecieron por ahogamientos y dos más (mujeres adultas) continúan desaparecidas en Chirripó de Turrialba y en Bajos del Toro, en Sarchí, por una cabeza de agua.

“En esta época lluviosa, seguimos teniendo este tipo de emergencias, por eso debemos maximizar nuestra seguridad y evitar ir a lugares donde los ríos están encañonados para facilitar la salida de personas en caso de emergencia”, comentó Carlos Herrera, coordinador Operativo Nacional de la Cruz Roja.

Declaraciones de Carlos Herrera: 

Con el aumento del caudal de los ríos rápidamente, incluso los nadadores más experimentados pueden ser arrastrados con facilidad. La velocidad del agua también puede arrastrar escombros y objetos pesados, incrementando el riesgo de lesiones graves.

Las orillas de los ríos en invierno pueden ser particularmente traicioneras. El suelo puede estar resbaladizo debido al barro, lo que aumenta las probabilidades de caídas. Además, los cambios constantes en el nivel del agua pueden erosionar el terreno, creando hoyos y cavidades ocultas. Esto no solo representa un riesgo de caídas, sino que también puede causar que las personas queden atrapadas o lesionadas.

El agua de los ríos en invierno suele ser más turbia debido a la mayor cantidad de sedimentos y escombros arrastrados por las corrientes rápidas. La visibilidad reducida hace que sea difícil detectar peligros bajo la superficie, como rocas, troncos o restos de vegetación. Esta falta de visibilidad aumenta el riesgo de accidentes, ya que es más probable que las personas sufran tropiezos o se golpeen con objetos sumergidos.

En caso de emergencia, las operaciones de rescate en ríos durante el invierno son significativamente más complicadas. Las condiciones climáticas adversas y las corrientes rápidas dificultan el acceso de los equipos de rescate.

Muchas personas subestiman el peligro que representan los ríos en invierno debido a la aparente calma superficial, por eso es crucial que las personas sean educadas sobre los peligros específicos de los ríos en invierno para evitar tragedias.

Es fundamental reconocer y respetar estos peligros, y evitar aventurarse en cuerpos de agua durante esta época de invierno. La seguridad personal debe ser siempre la prioridad, y comprender los riesgos asociados con los ríos en temporada de lluvias es significativo para prevenir tragedias.

Recomendaciones de Cruz Roja para evitar accidentes en playas, ríos y lagos:

• Supervise en todo momento a los menores de edad.
• Hidrátese constantemente.
• Utilizar protección solar.
• Mantenerse al tanto de la rotulación y banderas de prevención.
• Consultar a los lugareños o guardavidas sobre niveles de riesgo de las corrientes y mareas.

• Acatar los llamados de prevención realizados por los guardavidas u otras autoridades.
• No ingrese al mar, río o lago en estado de ebriedad.
• Evite nadar en zonas rocosas o pozas y ríos desconocidos.
• Si no sabe nadar, manténgase alejado de zonas profundas.
• Manténgase siempre atento a las condiciones del clima.
• Lleve siempre sus medicamentos.

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