Por Eric Corrales |2 de mayo de 2025, 20:45 PM

La empresa Aerocaribe presentó una denuncia penal por homicidio culposo contra los funcionarios de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) que estaban a cargo del control del vuelo de la avioneta TI-GER, la cual se estrelló en las montañas de Escazú el pasado 25 de noviembre de 2024.

Según informó Aerocaribe, a la denuncia también se sumaron las familias de las víctimas: el piloto Mario Miranda Ramírez, Ruth García Chavarría y Enrique Arturo Castillo Incera.

“La denuncia interpuesta ante el Ministerio Público tiene el propósito de sentar responsabilidades penales y civiles contra quienes tuvieron a cargo el manejo del centro de control del radar que pertenece a la Dirección de Aviación Civil, por incurrir en acciones y omisiones que conllevaron al desastre aéreo que causó la muerte de varias personas”, afirmó el abogado penalista Federico Campos Calderón, representante legal de las víctimas.

El accidente ocurrió en el cerro Pico Blanco, y cobró la vida de cinco personas. La única sobreviviente fue Paola Amador, quien en ese momento trabajaba en el sector turístico.

De acuerdo con la denuncia, los funcionarios de la DGAC, específicamente del área de Control de Tránsito Aéreo, “faltaron al deber de cuidado al girar las instrucciones al piloto de la aeronave a control por instrumentos IFR (Instrument Flight Rules) en ruta hacia una zona montañosa donde se debía prever la altitud mínima de 10.000 pies para ese sector, tal como lo indica el mapa de vectores oficial y pese a que al asumir el control de la aeronave contaban con el apoyo del radar, que indica los obstáculos y alturas mínimas. A pesar de eso, las instrucciones dirigidas al piloto le ordenaron mantener la aeronave a 6.500 pies, momento en que se dio el percance”.

Teletica.com consultó a la Dirección General de Aviación Civil sobre la denuncia en su contra e indicaron que "No podemos emitir criterio, el tema se encuentra en investigación".

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