Por Yessenia Alvarado 25 de julio de 2025, 20:41 PM

El juicio que enfrenta el exmagistrado Celso Gamboa no solo es inédito por su naturaleza, sino también por los altos costos que implica para el Estado costarricense. Se estima que el operativo diario de seguridad supera los ₡2 millones por día, convirtiéndolo en uno de los procesos judiciales más caros en la historia reciente del país (ver video adjunto de Telenoticias).

Desde el inicio del juicio, el pasado 22 de julio, Gamboa es trasladado diariamente desde el centro penitenciario La Reforma en Alajuela hasta los Tribunales de Justicia en Goicoechea, en un operativo que arranca a las 6 a.m. El dispositivo incluye un vehículo blindado conocido como La Bestia, escoltas policiales al frente y atrás, agentes con armas largas, chalecos antibalas y custodia de múltiples unidades especializadas.

El despliegue está a cargo del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT) del OIJ. También participan miembros de la Unidad Especial de Apoyo, la Unidad de Intervenciones, el Grupo de Apoyo Operacional (GAO), oficiales de la Fuerza Pública, la Policía de Tránsito y custodios penitenciarios. En la sala de juicio hay tres jueces, un técnico judicial, un fiscal, defensores y personal administrativo.

Gamboa fue detenido el 23 de junio tras una solicitud de extradición por parte de Estados Unidos por presunto tráfico internacional de drogas. No obstante, este juicio es por un caso distinto: el supuesto delito de tráfico de influencias en favor del exalcalde de San José, Johnny Araya.

¿Por qué un operativo de tal magnitud? Las autoridades manejan como posible escenario un atentado contra Gamboa, dada la información confidencial que podría poseer sobre clientes a los que representó como abogado, algunos de ellos vinculados con narcotráfico y lavado de dinero. Entre los nombres que han trascendido están los hermanos Estupiñán Montaño (caso Piazza) y miembros de bandas como Turesky, Alias Press, Pancho Villa, Pecho de Rata y Pecueca.

Durante el juicio, Gamboa ha expresado quejas sobre las condiciones de su reclusión. Ha denunciado que le han arrancado hojas de su cuaderno, se le limita la cantidad de ropa y ha sufrido requisas constantes. Su defensa solicitó más mudadas de ropa, ya que solo puede recibir tres al mes.

Vestido con jeans, camisa color papaya y tenis blancas, Gamboa ha estado presente todos los días del juicio, que se extenderá hasta el 8 de agosto. Si se mantiene el ritmo actual, el proceso podría costar al Estado más de ₡30 millones en dos semanas.

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