Por AFP Agencia |29 de mayo de 2016, 12:11 PM

Con un modesto plantel, un técnico escéptico sobre el rendimiento de su propio equipo y una federación sorteando una prolongada crisis, la selección de fútbol de Bolivia se apresta a disputar en junio la Copa América Centenario en Estados Unidos.

Con semejantes adversidades, a las que se suma la ausencia de sus estrellas y la abundancia de obreros, parece improbable que la 'verde' coseche resultados favorables en esta competencia, donde integra una de las llaves más competitivas del certamen junto a Chile y Argentina, campeón y subcampeón de la última Copa América, además de Panamá, que viene en alza.

El técnico Julio Baldivieso, que despierta por igual amores y desamores, no logró armar un equipo fuerte con un esquema definido de juego y, para colmo, carente de líderes en la cancha.

Con los dioses en contra, Bolivia disputará la Copa América Centenario sin su capitán y principal motor, Alejandro Chumacero, de baja por lesión, y sin su goleador, Marcelo Martins Moreno, quien ha reiterado su renuncia a la selección mientras 'Baldi' esté al frente de ella.

Por desavenencias con el entrenador, también se alejaron del plantel boliviano el veterano defensa y capitán Ronald Raldes, y el paraguayo nacionalizado Pablo Escobar, un experimentado volante mixto.

Ni sombra de lo que fue

A diferencia de otros momentos, Bolivia carece de cartas de peso como Marco Antonio 'El Diablo' Etcheverry, Erwin 'Platini' Sánchez, Ramiro Castillo, José Milton Melgar o el mismo Baldivieso, que destacaban en el fútbol internacional y lograron una inédita clasificación a la Copa del Mundo de EEUU-1994.

Baldivieso pretendió armar un plantel relativamente renovado, reforzándolo con cinco legionarios, el defensa Luis Gutiérrez (Ironi Hapoel Shemona, Israel), los volantes Jhasmani Campos (Kazma SC, Kuwait) y Martín Smedberg (IFK Göteborg, Suecia) y los delanteros Yasmani Duk (Cosmos, EEUU) y Bruno Miranda (Universidad de Chile).

Para la zaga llamó al solvente paraguayo nacionalizado Nelson Cabrera, pero prescindió del brasileño-boliviano Fernando Marteli.

El 'Emperador' Baldivieso, polémico y frontal, maneja sólo cuatro opciones ofensivas, una de ellas, Juan Carlos Arce, que está lesionado, aunque espera recuperarse para la Copa. Ninguno de estos atacantes estuvo en la Copa América Chile-2015.

Sorpresivamente, el mismo técnico boliviano ha sembrado dudas sobre su propio plantel. "No tenemos la suerte de encontrarnos con futbolistas que estén pasando un gran momento a nivel mundial como el resto de las selecciones", declaró recién a un diario chileno.

Su único as bajo la manga podría ser el pundonor deportivo para suplir la falta de técnica.

Baldivieso sabe que se juega el pellejo en la Copa América Centenario, pues los resultados de su ciclo no fueron favorables. La 'verde' está penúltima en la eliminatoria con 3 puntos, sólo por encima de Venezuela que tiene uno. Perdió cinco de los seis partidos disputados y fue derrotada en la otrora complicada altura de 3.600 metros de La Paz, una plaza donde se hacía tradicionalmente fuerte.

El estratega se ha justificado argumentando: "nunca ofrecí llegar a (Mundial de) Rusia, simplemente (ofrecí) trabajo".

Debido a lo ajustado del calendario del fútbol boliviano, Baldivieso no ha tenido tiempo para preparar a su combinado y enfrentar de buena forma la Copa América, por lo que el estratega se quejó públicamente. Rolando López, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), le retrucó pidiéndole "trabajar más y hablar menos".

La tercera carta adversa es la profunda crisis de la cúpula del fútbol boliviano que tiene sobre todo impacto anímico. El expresidente de la FBF y entonces tesorero de la Conmebol, Carlos Chávez, permanece detenido bajo cargos de corrupción desde el año pasado.

El actual encargado de las finanzas de la FBF, Walter Zuleta, está prófugo de la justicia por un asunto extradeportivo, mientras continúan las pugnas dirigenciales en el interior de la Liga Profesional.