Por José Fernando Araya |12 de mayo de 2019, 13:54 PM

Un empate que deja una sonrisa tímida, pero sonrisa al final para todos los aficionados sancarleños.

Y no es para menos, tras un juego que se retrasó dos horas por la lluvia, San Carlos logró un gran negocio al empatar 1-1 en su visita a la siempre difícil Cueva del Saprissa.

No es para menos ese sentimiento de satisfacción del bando visitante, pues ahora con solo empatar 0-0 el próximo miércoles serán campeones nacionales. Nunca habían estado tan cerca de la faena.

Los Toros del Norte pegaron primero y obligaron a los morados a luchar con todo para sacar un empate en su casa. Los norteños fueron aguerridos y mostraron algo completamente distinto a lo hecho por Pérez Zeledón en las semifinales.

Tras la larga espera al menos los primeros minutos ayudaron a que la afición se olvidara del aburrimiento y se metiera de lleno en el juego.

Johan Venegas tuvo la primera en apenas tres minutos tras una maravillosa jugada de Mariano Torres que dribló a dos norteños dentro del área y sirvió para Venegas, pero su remate se fue pegado al palo derecho.

La duda de Venegas le volvió a pasar factura en un mano a mano ante Madrigal que no quiso soltar a sus compañeros.

Luego fue Leal el que casi pesca una pelota que pudo abrir rápido el marcador, muy similar a la que tuvo Angulo en un cobro de tiro libre.

Tras los dos sustos San Carlos encontró aplomo y fue creciendo mucho en la posesión del balón al punto de meter a Saprissa en problemas.

Saborío tuvo unas pelotas apenas para que probara suerte en ofensiva, pero sin mayor peligro.

El goleador del torneo infunde respeto y la defensa morada lo sabe, pues el ariete jala las marcas y genera espacios importantes.

Y justo al final del primer tiempo, los norteños asestaron la primera corneada en una desatención morada. Juan Gabriel Guzmán devolvió una pelota para que Marco Julián Mena pusiera el 0-1 a favor de la visita.

Respuesta morada vino del banquillo.

La sorpresa cambió el panorama del juego.

Los norteños, gracias en parte a la buena marca de Carlos Acosta, cancelaron la labor de varias figuras de peso para el cuadro morado como Randall Leal o Marvin Angulo.

Centeno envió a Rubilio Castillo y Suhander Zúñiga como variante ofensiva para intentar un juego más directo y ahí encontró la respuesta.

Al 63’ Castillo aprovechó un tiro de esquina se desmarcó con creces y colocó de cabeza el 1-1 para hacer estallar el estadio.

A veces cuesta entender por qué un jugador con gol como el hondureño no merece una oportunidad en la formación titular.

El gol dejó viendo estrellas a los norteños que perdieron fuelle ante una “Cueva” metida de lleno.

El partido se guerreó como nunca y comenzó a tomar más tintes de final pues cada balón dividido se disputó a muerte, eso sí el peligro lo terminó llevando hasta el final el cuadro morado.

Al final el marcador no se movería más y ahora todo se decidirá el próximo miércoles en Ciudad Quesada.

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