Por Luanna Orjuela Murcia |31 de agosto de 2021, 7:13 AM

Cada vez más hay más opciones de alimentos en los supermercados que, a primera vista, parecen ser lácteos, pero en realidad contienen sustancias de relleno que sustituyen parcial o totalmente la leche como ingrediente principal.

Estos sustitutos o sucedáneos, nombre técnico que reciben los alimentos que imitan al original, suelen tener un precio menor, pero a la vez un aporte menor de nutrientes.

Por ejemplo, algunos de estos tipos de “quesos”, “yogurts”, “leches” y hasta “leches condensadas” son procesados químicamente y contienen más azúcar, sal, colorantes y/o preservantes, que los alimentos lácteos originales. 

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) define los sucedáneos como aquel alimento que se parece a uno original en apariencia, textura, aroma y olor, y que es utilizado como un sustitutivo completo o parcial del artículo al que se parece, pero que no provee las vitaminas, proteínas y grasas de uno real.

Los costarricenses deben tener muy claro que, no están adquiriendo un alimento derivado de la leche, sino un compuesto elaborado con otros ingredientes de menor calidad y aporte nutricional que, incluso, podría afectar la salud a mediano o largo plazo.

¿Cómo identificar un sucedáneo?

Si bien los sucedáneos cada vez son más parecidos a los lácteos originales, utilizan términos o descripciones en las etiquetas que pueden confundir, y, por lo general, se colocan juntos en los estantes o cámaras frías de los puntos de venta; con solo revisar la lista de ingredientes el consumidor puede validar de forma sencilla y rápida si un lácteo es original o es un sustituto.

La lista de ingredientes debe aparecer en orden descendente en las etiquetas de un alimento. Es decir, el primer ingrediente que se presenta es el que aporta en mayor proporción ese producto. Por esta razón, los alimentos originales deben tener como principal componente o base la leche entera o semidescremada.

Un estudio elaborado en 2016 por la consultora Canadean Wisdom, estimó que en América Latina hubo un aumento de 1.6% en el consumo de leche animal y de 2.8% en el de sustitutos. Por eso, es importante regular y velar por el uso correcto de los términos lecheros en la región.

Precisamente, el IICA, junto con la Federación Centroamericana del Sector Lácteo (Fecalac) y la Secretaría Ejecutiva del Consejo Agropecuario Centroamericano (SECAC), publicaron esta guía.

En esta línea, Costa Rica se unió a la publicación de esta guía, en la cual participaron el Ministerio de Comercio Exterior (Comex), por su rol ante las exportaciones del sector, y el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), en el rol de defensa del consumidor, al aplicar los controles en los estantes de los comercios; con el objetivo de que el país pueda regular mejor esta situación.

De esta manera, se pretende enfrentar esta problemática y proteger al usuario de imitaciones de productos lácteos con descripciones o presentaciones que incluyan un uso indebido de los términos lecheros, a través de una correcta y segura regulación. 

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