Por Eric Corrales |3 de noviembre de 2022, 12:37 PM

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo.

Estas enfermedades son las responsables del 31% de los fallecimientos mundiales, con más de 17 millones de muertes al año, duplicando la mortalidad generada por todos los tipos de cáncer unidos.

Esto quiere decir que más de 45 mil personas mueren al día en el planeta por problemas de corazón.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), consumir frecuentemente frijoles, garbanzos, alverjas y lentejas ayuda a prevenir la diabetes, debido a su alto contenido de fibra y bajo índice glucémico; además, puede reducir el riesgo de cardiopatías coronarias, así como las probabilidades de enfrentar un cáncer o sufrir un infarto.

Durante el 2020, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), se presentaron en Costa Rica 1.853 defunciones por causa de enfermedades cardiovasculares, lo que quiere decir que, en promedio, cinco personas mueren cada día por esta causa en el país.

“La enfermedad cardiovascular (ECV), que afecta el corazón o los vasos sanguíneos, sigue siendo la primera causa de muerte en el mundo, un panorama que es desalentador debido a que podría prevenirse o controlarse, evitando el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo, entre otros factores de riesgo”, explicó el doctor Rony Calderón.

Cómo prevenir un infarto

El Gerente Médico de Sanofi brindó cuatro recomendaciones que podrían evitar al menos el 80 % de las muertes prematuras por enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, enfocadas en mantener una buena salud:

1.         Mantener una dieta balanceada: Incluir los diferentes tipos de alimentos (proteínas, grasas y carbohidratos) y que, además, sean ricos en vitaminas y minerales, como las frutas y los vegetales. Asimismo, evitar el consumo de bebidas azucaradas como gaseosas, jugos artificiales y alcohol.

2.         Evitar el sedentarismo: Realizar actividad física por lo menos 30 minutos al día, cinco veces a la semana. Jugar, caminar, subir escaleras, bailar, ¡todo cuenta!

3.         Eliminar el consumo de tabaco: Luego de cinco años de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce un 39%; mientras que, a 15 años, el peligro de padecer de una ECV es similar al de una persona no fumadora.

4.         Combatir el estrés. Con un buen balance, vida laboral/vida personal, ejercicio, mindfulness.

Además de los cuidados preventivos, el médico resalta la importancia de reconocer los signos de alerta, “es importante identificar señales como la pérdida del conocimiento, sudoración fría, debilidad o fatiga, adormecimiento u hormigueo en los brazos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, maxilar inferior, hombro, entre otros. De esta manera, será posible acudir al médico y recibir diagnóstico y tratamiento oportuno y así evitar complicaciones”.

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