Por Gloriana Casasola Calderón |29 de diciembre de 2022, 19:05 PM

Los postes y las redes de distribución de energía invadieron los espacios de los congos, para dar paso al desarrollo urbano, turístico y agrícola.

Esto obliga a los animales a desplazarse en medio de una peligrosa trampa eléctrica, pues al moverse con sus cuatro patas y cola por los cables de alta tensión terminan electrocutados.

Al electrocutarse, los monos llegan a recibir una descarga eléctrica que va desde los 120 a 14.000 voltios, provocando quemaduras de primer, segundo y tercer grado en su cuerpo.

De acuerdo con la organización Salvemonos, en el 2020, 180 monos congo se electrocutaron en Guanacaste, un año más tarde fueron 142, mientras que en los primeros 6 meses del 2022 ya se habían atendido a 61 aulladores

Se estima que el 80% de ellos muere.

Aquellos monos que logran sobrevivir a las electrocuciones, por lo general, quedan huérfanos, con amputaciones o son destinados a vivir en cautiverio.

Y los problemas van más allá, cuando el que muere es el macho alfa, sus crías tienen pocas probabilidades de sobrevivir.

De acuerdo con Salvemonos en Tamarindo, Playa Grande y Brasilito, así como en Playas del Coco y Ocotal, hay una gran incidencia de casos de monos electrocutados.