Por Randall Salazar 12 de mayo de 2014, 2:27 AM

El parque nacional Santa Rosa tiene 38 mil hectáreas terrestres y 43 mil hectáreas marinas llenas de naturaleza e historia.

Por donde quiera que se mire, la vida se asoma en una gran variedad de formas, tamaños  y colores.

Se ubica 35 kilómetros al norte de la ciudad de Liberia, sobre la carretera Interamericana norte.  Cuenta con una carretera asfaltada interna de siete kilómetros que conduce al museo de La Casona, el área de acampar y las oficinas administrativas.

Además, un camino de lastre de 12 kilómetros, solo apto para vehículos de doble tracción, conduce hasta playa Naranjo y la popular "Roca Bruja", un sitio mundialmente famoso para la práctica del surf.

El parque nacional Santa Rosa forma parte del Área de Conservación Guanacaste, un importante megabloque que protege ecosistemas en el noroeste del país.

Santa Rosa conserva la porción más destacada de bosque tropical seco protegido, entre México y Panamá. Este bosque se caracteriza por una marcada diferencia entre la estación seca y la lluviosa.

Este parque es el hogar de 115 especies de mamíferos, 250 de aves, 100 de anfibios y reptiles y más de 30 mil tipos diferentes de insectos.

Sus inicios se remontan al año 1966, mediante la creación del Monumento Nacional Casona de Santa Rosa, escenario de la histórica batalla del 20 de marzo de 1856.

En marzo de  1971 se le da el rango de parque nacional, con el objetivo de proteger, cuidar y restaurar la casona y los alrededores del sitio donde ocurrió el enfrentamiento entre soldados costarricenses y el ejército invasor, comandado por William Walker.

Santa Rosa, tesoro natural y escenario de la heroica batalla de los labriegos sencillos contra los filibusteros.

Un remanso de vida y un símbolo histórico que iremos descubriendo poco a poco en las próximas semanas, con la esperanza de que usted nos ayude a proteger algo de lo mejor que tiene Costa Rica.