Por Greivin Moya |31 de mayo de 2019, 7:05 AM

El rezago en infraestructura golpea los servicios de Acueductos y Alcantarillados aun cuando se afirme que hay un aumento de inversiones en los últimos años.

De acuerdo a las normas, la sustitución de un medidor debe realizarse a los siete años o cuando alcance 3000 o 400 0m3 cúbicos de consumo, y en un porcentaje alto estos términos ya se cumplieron en medidores del área metropolitana. 

Un 60% no funcionan bien, según dijo el Aresep en el 2015.

Actualmente una licitación para adquisición de medidores que se inició en el 2016, y que ya fue adjudicada, se encuentra parada. Incluso unos 30.000 medidores que se adquirieron están en suspenso de devolución, porque indica la comisión que ve este tema que no cumplen con algunos requisitos de calidad y certificaciones y que, además, está pendiente de resolverse esta situación con una valoración externa de los aparatos.  Entonces muchos medidores malos siguen en el campo.

La presidenta ejecutiva ha dicho que por atender emergencias en otros lugares periféricos ha existido un rezago en la atención de este tema de hidrómetros del área metropolitana y ha hablado de un aumento en la inversión del 28% en proyectos que hablan de sugestión.

Sin embargo, hay casos que crean confusión sobre la atención e inversiones reales a la infraestructura hídrica.

Los tanques llamados Los Caites suplen de agua a Puntarenas. Desde hace más de diez años reportan fugas de agua, el líquido sale por las paredes de los tanques y se desperdicia el agua potable tan necesaria para una comunidad que vive principalmente del turismo.

En varias ocasiones y desde el 2008 invirtieron millones de colones para sellar las fugas, impermeabilizar los tanques cuyo costo ha sido de casi 300 millones de colones, pero   sin resultados positivos.

Las fugas han continuado por años y los productos o sistemas aplicados no han resuelto el problema.  

En el 2017, en una sesión de la Junta, se conoció un informe técnico del ingeniero Oscar Quesada   que indica que esas estructuras de concreto ya no tienen acero en sus paredes ni en sus columnas. De hecho, indica que el agua sale también por orificios de las columnas.

Los tanques son muy viejos, se construyeron a inicios de los 70 y ya cumplieron su vida útil, más en una zona de alta corrosión.

Concretamente indica que imperbilizar los tanques no era la solución, sino, más bien construir otros nuevos, pues advierte que ante un sismo fuerte estos podrían colapsar.

Ha pasado el tiempo y no hay una solución efectiva al problema, las fugas continúan y los tanques    son considerados un peligro ante un sismo y la afectación a la comunidad de Puntarenas sería grave por el faltante de agua.

La semana pasada, después de más de 10 años con el problemas y malas soluciones, nos dimos cuenta que sacaron una licitación para derribar primero estos dos tanques elevados del Cocal de Puntarenas quizás con la idea de construir luego aquí mismo otro.

Pero no sabemos cuándo y está de por medio un peligro de colapso por las condiciones de estos tanques.

La solución definitivamente de estas fugas y del eventual peligro estarán todavía pendientes de después de tantos años de batallar con el mismo problema.

En medio de esta situación con los hidrómetros y el rezago general en infraestructura hídrica, la Aresep aprobó un aumento del 15% del agua a los sistemas de Acueductos y Alcantarillados que entrará a regir en enero del año entrante.

También, hemos señalado el desperdicio de agua como este en la carretera 27 en San Rafael de Alajuela. Desde hace diez años se drena agua del acuífero como una medida de mitigación aceptada porque la empresa Autopistas del Sol rompió el techo del acuífero en la construcción .

Una de las recomendaciones del Setena en esa oportunidad 2009 y años siguientes fue aprovechar esa agua prístina y pura para uso público, y señaló que podría ser canalizada por Acueductos y Alcantarillados.

La presidente ejecutiva mencionó que ellos no fueron notificados de esa recomendación de Setena.

Además, dejo entrever que e caudal dado por nosotros de esa agua que se desperdicia de 17.5 no era cierto porque ellos fueron a medir después y les dio un caudal de 4.3 litros por segundo y se entiende que esa cantidad técnicamente no es viable el aprovechamiento.

Sin embargo, la media nuestra la hicimos hace mes y medio y la hizo el especialista de la UNA en Hidrología Química Ricardo Sánchez, que tiene grado académico de doctor de una universidad estadounidense.

Nosotros volvimos a medir en forma extraoficial y solo uno de los tubos nos dio mediciones de 5,5 y 6 litros por segundo. También, Setena cuando midió el caudal en el 2010 dijo que eran 15.9 litros por segundo.

Pero, de cualquier forma, lo que queremos señalar es el desperdicio de agua ya sean cuatro, cinco o 17 litros por segundo.

Esto ha estado así por diez años en forma continua botando el agua al Río Segundo. Cuánta agua se ha desperdiciado durante diez años, es sorprendente que no motive la preocupación que el caso amerita y halla indiferencia ante un desperdicio evidente.

Observe todos los detalles en el video adjunto.