Polémica en el espectro
La primera subasta de radio y TV abierta genera debate: el Gobierno la impulsa como una forma de democratizar el espectro, los operadores advierten dejará por fuera a muchos medios pequeños y rurales, y afectarán la cobertura de la señal abierta y gratuita.
En los techos de muchas casas del país todavía se alzan antenas que conectan a los costarricenses con algo invisible pero fundamental: el espectro radioeléctrico. Esta “carretera invisible” permite que la radio y la televisión abierta lleguen a todos los rincones del país.
Durante el espectro radioeléctrico, un recurso del Estado regulado desde 1954 por la Ley de Radio. La ley permitió que privados usaran parte del espectro mediante concesiones y estableció un pago anual: hasta 6 mil colones para radio y 120 mil para televisión.
Regulado desde 1954 por la Ley de Radio, el espectro ha sido usado por privados mediante concesiones, con un pago anual de hasta 6 mil colones para radio y 120 mil para televisión. La normativa no definía cómo renovar estas concesiones, dejando un vacío legal que persiste por décadas.
Ahora, el Gobierno propone dos cambios de fondo: aumentar el canon y, por primera vez, asignar las frecuencias a través de una subasta pública.
La propuesta genera debate. Mientras el Gobierno la impulsa argumentando democratizar el espectro, los operadores sostienen que las condiciones dejarán fuera a muchos medios pequeños y rurales, y afectarán la cobertura de la señal abierta y gratuita.


