Por Rodolfo González |3 de marzo de 2014, 20:38 PM

Muchas de ellas dejaron sus casas, familias, amigos y colegios en zona rural para venir a la capital con un solo objetivo, jugar con la selección femenina de futbol.

Además del sacrificio que implica formar parte de este equipo, también nadan contra corriente porque el fútbol masculino sigue siendo el favorito de la afición y la dirigencia.