Por Yessenia Alvarado |25 de noviembre de 2014, 4:00 AM

Doña Teresita Marín vivió más de dos años en una casa, que más bien parece un encierro. Según una denuncia presentada por una vecina ante el Conapam, esta adulta mayor con deterioro cognitivo, fue víctima de violencia doméstica, mordiscos de ratas y perros.

Lo que su hijo le daba de comer eran guineos, que ella misma se tenía que cocinar, mientras que al parecer compra Carne, pan y otros alimentos a los perros que alberga dentro de la casa.

Sus piernas hinchadas y algunas marcas en la piel muestran el abandono y el maltrato que esta mujer vivía.

Gabriela Díaz es la vecina más cercana de Teresita, y ahora  también su ángel de la guarda. Llevaba dos años tratando de hablar con ella y no había logrado verle su cara, solo escucharla. Teresita, por su parte, asegura que su hijo no le daba permiso de abrir porque se salían los perros.

El pasado 12 de octubre fue el día en que cambió la vida de esta adulta mayor. Gabriela se atrevió con ayuda de familiares, vecinos, la Policía  y la Cruz Roja, a poner un alto al maltrato en que estaba la anciana. Prácticamente la secuestró y se la llevó a la casa de su mamá.

Ese día, Gabriela y su mamá la asearon, le pusieron ropa limpia, le dieron de comer y la llevaron al hospital a que le hicieran exámenes. La mamá de Gabriela, doña Lilliam Cubero, la está cuidando como si fuera su mamá.

El hijo de Teresita se ha identificado como Hugo Mesén Marín, a quien hemos estado buscando para preguntarle sobre este maltrato que denuncian los vecinos. 

Pero el caso de Teresita no es aislado. Los datos del Conapam registran, en lo que va del 2014, 2.360 consultas de adultos mayores que han sufrido algún tipo de maltrato, y entre estas hay registradas oficialmente 138 por violencia doméstica.

El juzgado de Desamparados está analizando en este momento las medidas a tomar en el caso de Hugo Mesén.

Mientras tanto, Gabriela y su familia han pospuesto el traslado de Teresita a un asilo, y hacen trámites ante el Conapam porque tienen la disposición y el amor para  dar a esta anciana una vejez sin maltratos,.

Sin embargo, necesitan recursos económicos para poder atenderla, teresita requiere ropa, alimentos, y con urgencia, una andadera.