Por Eric Corrales |8 de marzo de 2022, 5:55 AM

La máxima entidad educativa de Costa Rica, el Ministerio de Educación Pública (MEP), defiende que, con sus programas actuales para avanzar la equidad de género, está cumpliendo con las políticas de género nacionales, aunque algunos consideran que sus esfuerzos no han sido suficientes.

Actualmente, en el MEP, la prevención de la violencia y la educación para la igualdad se realiza por medio de dos áreas. Los programas incluyen un saber denominado “Cultura, poder y violencia”, desde el cual se promueve la comprensión de cómo determinados sistemas culturales han favorecido el ejercicio del poder y del control por parte de algunas personas que oprimen y violentan a otras. 

Desde esta perspectiva, enfatizan la promoción de cambios culturales orientados hacia el desarrollo de relaciones igualitarias, respetuosas y libres de violencia, así como la prevención y erradicación de todas las formas de violencia como condición necesaria para el bienestar colectivo.

·         Festival estudiantil de las artes
·         Festival de la canción
·         Conversatorios estudiantiles
·         Servicio comunal estudiantil
·         Programa convivir
·         Elecciones estudiantiles
·        
Estrategia Steam

De acuerdo con el MEP, los programas aprobados por el Consejo Superior de Educación son de acatamiento obligatorio para todas las instituciones públicas y privadas del país y avanzan la igualdad de género.

“Algunas de las acciones cocurriculares se desarrollan en todos los centros educativos y otras se seleccionan a partir de ciertas necesidades, por ejemplo, en el año 2022 se desarrolló un servicio comunal estudiantil para la prevención y promoción de la denuncia en la población estudiantil, cuya selección se realizó a partir de los datos recopilados por el Departamento de Gestión Disciplinaria y en el que participaron los siete colegios que presentaron la mayor cantidad de denuncias por hostigamiento sexual.  Ese mismo proyecto se ejecutará este año con 10 colegios, utilizando el mismo criterio de selección”, indicó Adriana Sequeira Gómez, jefa de la Unidad de Género del MEP.

Declaraciones de Adriana Sequeira, Jefa de la Unidad de Género del MEP.

Falta más por hacer

Si bien estas acciones que se indicaron anteriormente pretenden educar hacia la igualdad, también a prevenir y detectar situaciones que promuevan la discriminación o la violencia por razones de género, algunos expertos como Leonardo Garnier, exministro de Educación Pública, aseguran que todavía falta más por hacer.

“Siempre hace falta un mayor esfuerzo de transformación de los propios docentes. Todos los que somos mayores de cierta edad cargamos con una educación y una cultura anterior. Por eso ese esfuerzo de estar actualizando a los docentes, modificando sus estereotipos, sus patrones culturales, eso es algo que el MEP debe hacer todo el tiempo y no se trata simplemente de sermonear a los maestros, sino de saber cuáles son los tipos de recursos educativos que usan, cuáles libros leen, si están viendo películas educativas, en fin, familiarizar a los docentes con la equidad de género.

“Seguimos sin estar donde uno quiere estar porque, eso sí, la sociedad sigue reproduciendo esos estereotipos, es lo que se debe ver en el aparato educativo, seguir sembrando ese tipo de semillas de igualdad, sobre todo, estar muy alertas de cuando se presentan problemas.

“Por ejemplo, cuando se está en clases de matemáticas o de ciencias, los profesores les ponen más atención a lo que dicen los alumnos hombres que las alumnas mujeres, si están con las computadoras es igual, hay un sesgo de poner más atención a los hombres y tenemos que ir rompiendo esos estereotipos”, expresó el exministro a Teletica.com.

Por otro lado, la jefa de la Unidad de Género del MEP defiende que la participación del personal docente en las actividades de capacitación que se generan a nivel nacional, comunal e institucional, resulta fundamental para la aplicación de lo dispuesto curricularmente.

“Es necesario tomar conciencia de nuestros propios patrones de comportamiento en el aula y esto no solamente es tarea del MEP, sino también de la formación inicial y en este sentido las universidades tienen un rol protagónico”, relató la profesional.

Armar el rompecabezas

Para Garnier, el cambio también debe venir desde los hogares e incluso, desde la etapa preescolar, formando un conjunto de piezas que ayuden a romper la brecha cultural entre los hombres y las mujeres.

“También, el cambio debe venir en el hogar, recuerdo un ejemplo hace años de una madre molesta que fue a reclamarle a una profesora en Liberia, porque su hija siempre llegaba de la casa, hacía el almuerzo a los hermanos y después lavaba los platos, pero ahora llega a la casa y los hermanos están con hambre y ella les dice que si tienen hambre que se cocinen y que luego laven los platos, y la señora le dijo que eso era tarea de la mujer. Entonces muchas veces el hogar reproduce esos estereotipos.

“La tarea de preescolar es superimportante precisamente por eso, para que se traten por igual a los niños y las niñas, pero eso va más allá, por ejemplo, los juguetes, a la mujer se le compra la cocinita y a los hombres el de mecánico, por eso es por lo que se deben educar a los padres también para que no hagan diferencia de género”, recalcó el exjerarca.

Sequeira también resguardó otras acciones de índole administrativa, “como la investigación educativa, la generación de diagnósticos, la gestión de procesos disciplinarios, campañas de comunicación, la atención directa y referencia de casos, entre otros, que también contribuyen con esta tarea.

“Es necesario destacar que las acciones que ejecuta el MEP responden a dos grandes políticas nacionales: PIEG y PLANOVI, las cuales se construyeron e implementaron en atención a compromisos internacionales que ha adquirido el país, por ejemplo, con la ratificación de convenciones como CEDAW y Belén do Pará”, acotó.

Avances

Garnier apoyó los avances que el país ha obtenido en general, especialmente si se comparan con otros países de la región.

“En protocolos creo que el MEP está bastante al día, pero se debe tomar en cuenta algo importante, en estos temas siempre hay un círculo vicioso de las nuevas y viejas generaciones, muchos docentes, hombres y mujeres, que se han venido educando y entienden mejor la igualdad de género, se han venido capacitando, pero, por otro lado, siempre hay docentes que siguen de la mano con las viejas ideas con las que fueron educados.

“Un tema positivo que ha cambiado es el embarazo adolescente, antes, cuando una chiquilla quedaba embarazada, se expulsaba del colegio, lo cual generaba un doble problema, no solo por tener un bebé, sino también por quedarse sin educación. Eso ya no pasa, ahora, si una muchacha está embarazada, puede seguir con sus estudios y se le presta todo el apoyo que requiera. Ese es el tipo de cambios que se vuelven muy importantes”, enfatizó Garnier.

“Es fundamental la formación del personal docente y estudiantes en todo lo que es empatía, negociación, generar espacios de diálogo, para que estudiantes puedan contar lo que les pasa, cómo se sienten, qué saben de situaciones que están generando y que no promueven la convivencia, todo esto más allá de los asuntos académicos”, explicó Gabriela Valverde del MEP.

En la institución recuerdan a los estudiantes y padres de familia que, para denuncias sobre derechos estudiantiles e igualdad de género, pueden escribir al correo: [email protected]

Especial Mujer