Por Adrián Marín |9 de noviembre de 2021, 8:28 AM

Miles de personas trabajan bajo la informalidad en Costa Rica. Los altos costos de impuestos y cargas sociales en nuestro país obligan a muchas personas a buscar ingresos de esta manera.

Una de ellas es Brenda Sevilla Ruíz, vecina de Pavas en San José. Para ella, conseguir un empleo a los 54 años se ha convertido en algo imposible. La necesidad provocó que, desde su casa, empezara a preparar desayunos para vender en empresas.

“Si uno no sale es morirse de hambre literalmente, en este país si uno no trabaja no come, no paga cuentas, no paga absolutamente nada”, contó a Telenoticias.

Sevilla dice que, aunque le encantaría formalizar su emprendimiento, hacerlo es algo, de momento, inalcanzable para ella.

Si quisiera hacerlo como profesional independiente tendría que estar inscrita en la Caja Costarricense de Seguro Social, en el Ministerio de Hacienda, contar con un profesional en contabilidad que cobra, como mínimo, 22 mil colones por hora para hacer algunos trámites y además, necesitaría el permiso del Ministerio de Salud, el cual le exige cumplir con algunas especificaciones para poder cocinar los desayunos con una cocina de gas.

Además, para poder tener un local, debe contar con una patente municipal.

Todo esto se suma a los gastos que supone obtener la materia prima para preparar sus productos y el alto costo en el combustible para hacer sus entregas. Al final de cuentas, concluye, todo esto hace que continúe su empleo bajo la informalidad.

Según informes, 862 mil ciudadanos trabajan sin seguro o sin declarar sus gastos ante tributación. A ellos se suman los 400 mil profesionales que están desempleados.

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