Por Randall Corella |22 de noviembre de 2022, 11:30 AM

Con cinco participaciones en su palmarés, Perú ocupa un modesto lugar en la historia de la Copa del Mundo.

Sin embargo, a la alegría de sus cinco victorias y 21 goles anotados en la justa planetaria se une la triste estadística de sufrir el primer gol tempranero, causar la primera fractura y recibir la primera expulsión de los mundiales.

Tras una olvidable participación en el Campeonato Sudamericano de 1929, las esperanzas del equipo dirigido por el español Francisco Bru se cifraban en que aquella naciente Copa Mundial les ayudara a escribirse un nombre a nivel internacional.

Con esa ilusión, la delegación inca emprendió un viaje de dos semanas por tierra y mar hasta Montevideo.

Sin embargo, los sueños comenzaron a esfumarse apenas en el primer minuto de juego. A las 2:38 p.m. del 14 de julio, en el Estadio Pocitos, Perú y Rumanía abrían el grupo 3 del certamen y a los 50 segundos de partido, Adalbert Desu adelantó a los europeos. 

A partir de ahí, el duelo perdió vistosidad. Desde las gradas, los 2.549 aficionados observaron un partido brusco, que incluso estuvo suspendido 10 minutos tras una acción violenta contra el mediocampista peruano Domingo García. 

El marcador y el dominio de Rumanía hizo que los sudamericanos comenzaran a desesperarse y perder la cabeza, a tal punto que antes del descanso se sumó el primer jugador fracturado en la historia de los Mundiales.

Se trató del defensor rumano Adalbert Steiner, que debió abandonar el partido luego de una dura patada (al parecer accidental) de Mario de las Casas.

Como no existían los cambios, el equipo europeo quedó con 10 hombres en el terreno de juego, hasta que, al minuto 70, se equilibraron los números.

El capitán peruano Plácido Galindo se enfrascó en una pelea con un rival y el silbante chileno Alberto Warnken, decidió echarlo del campo.

Para entonces, no se habían implementado las tarjetas rojas, por lo que el silbatero debió hablarle durante varios minutos para convencerlo de que abandonara el campo.

Aunque en el año 2009, Luis de Souza Ferreyra, anotador del gol peruano en aquel juego que finalizaría con victoria para los rumanos 3-1, aseguró que el jugador expulsado fue De las Casas, FIFA aún no ha hecho oficial el dato. 

Lo que sí quedó en la historia fue el triste debut peruano en las Copas del Mundo, aderezado por la leyenda de que, desde las gradas del estadio, la madre del futbolista fracturado maldijo a la Selección peruana a “nunca conocer la dulce miel de la fortuna futbolística”.

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