Por AFP Agencia |16 de diciembre de 2022, 9:42 AM

Doha, Catar | Sus colores y escudo no hacen parte del paisaje en Catar, pero el Paris Saint Germain se aseguró protagonismo sin importar quién gane el Mundial el domingo: el argentino Lionel Messi o el francés Kylian Mbappé, dos de sus principales estrellas.

Es una situación extraña: en la tierra de donde vienen sus millones, a través de Qatar Sports Investments (QSI), filial del fondo soberano Qatar Investment Authority, uno de los más importantes del mundo, no es fácil ver a alguien con la camiseta tricolor del equipo parisino.

Su máxima presencia en el comercial centro de Doha, uno de los puntos más transitados en este país de casi tres millones de habitantes, es una tienda oficial donde la figura de Mbappé emerge en la fachada como gran atractivo para los visitantes. 

Imágenes de Messi y del brasileño Neymar, el otro astro que conforma el tridente parisino, se transmiten con frecuencia en comerciales de la televisión local, pero sin que los símbolos del PSG asomen por alguna parte.

El catarí Rashid es un devoto admirador de 'La Pulga'. Cubre su torso con la casaca albiceleste mientras camina por el bulevar de Lusail, a las afueras del estadio donde los sudamericanos vencieron a Croacia (3-0) el martes en semifinales.

A este joven de 23 años le es indiferente el PSG, el Barcelona de España lo flechó antes... por obra y gracia de "Leo", quien gestó buena parte de su leyenda defendiendo a los culés (2004-21) antes de fichar con los franceses.

"Apoyo a Argentina en esta Copa del Mundo por Messi", dice a la AFP. "Amo al Barcelona debido a Messi, eso es todo".

- Foco en Europa -

Messi, de 35 años, despierta especial atracción en el mundo árabe y en Asia. Basta hacer un recorrido corto por la calles de Doha para ver indios, bangladesíes, libaneses, cataríes o paquistaníes desfilando con camisetas argentinas con el '10' en la espalda.

El Brasil de Neymar también tenía una representativa fanaticada de esas regiones antes de ser eliminado en cuartos de final por los croatas. Los simpatizantes de 'Les Bleus' son escasos.

Pero la adoración que generan 'La Pulga' y 'Ney', sin embargo, no se traslada al PSG, por el que QSI desembolsó 50 millones de euros en 2011.

La situación no parece inquietar al club parisino. El presidente Nasser al Khelaifi ha dicho que el equipo "es francés" y no catarí, por lo que sus principales esfuerzos se centran en Europa.

"Hemos construido una marca y un negocio desde cero, y ahora estamos viendo los resultados de nuestro trabajo. Recuerde que esto es solo el principio: nuestro proyecto es ambicioso y a largo plazo", explicó al diario español Marca en noviembre.

Residente en Dubái, donde trabaja como gestora de marca, la india Alba viajó para ver al equipo de Lionel Scaloni, pero cuando se habla de clubes, su corazón está reservado para el Chelsea de Inglaterra.

"Apoyo a Argentina por como juega y especialmente por Messi. Catar será su último mundial, entonces es un sueño verlo jugar", explica.

- Duelo cabeza a cabeza -

En los puestos de ventas del zoco de Waqif, en el cento de Doha, se exhiben camisas de algunas selecciones, especialmente de la argentina. 

Antes de que la bola empezara a rodar, en las estanterías colgaban por igual camisetas de distintos clubes, desde Boca Juniors de Buenos Aires hasta el Real Madrid. Pero no había espacios privilegiados para el PSG.

La invisibilidad del club de París se atenúa con la exposición de sus estrellas en Catar, que en las últimas décadas se ha esforzado en desarrollar sus clubes y su selección nacional.

Messi y Mbappé, de 23 años, luchan cara a cara por el título de mejor jugador y goleador del primer mundial organizado en un país árabe.  

Ambos están empatados en la cima de artilleros con cinco goles, pero el sudamericano aventaja a su compañero de equipo en las asistencias brindadas (tres contra dos en seis juegos).

Para Mohamed, un paquistaní de 15 años que vive en Doha, elegir entre Messi y Mbappé no tiene misterio: "Lionel Messi, por su estilo de juego, por como controla el juego y la forma en que crea opciones de gol para sus compañeros".

Admirador del Barcelona gracias al tridente sudamericano que formaron Messi, Luis Suárez y Neymar, Mohamed no esconde sus sentimientos hacia el PSG: "No me gusta mucho ese club".