Por Randall Corella |4 de diciembre de 2022, 14:39 PM

Por apego a sus raíces, la llegada a una nueva patria o motivos políticos, en la historia de la Copa del Mundo se ha registrado una curiosa lista de futbolistas que jugaron la fase final del torneo bajo la bandera de dos países distintos.

El primero de estos insólitos casos, fueron los de Luis Monti y Attilio DeMaría, argentinos de nacimiento que disputaron con su país la primera Copa del Mundo de la historia, en Uruguay 1930. Vistiendo la Albiceleste llegaron a la final del torneo, pero perdieron la final ante los anfitriones.

Cuatro años después, en Italia 34, la suerte les sonrió, aunque con una camiseta distinta. Gracias a sus raíces italianas y como jugadores de la Juventus y el Internazionale, respectivamente, Monti y DeMaría fueron llamados a la Selección anfitriona que terminaría alzando la copa Jules Rimet.

Ese 1934 Franz Wagner, Rudolf Raftl, Willi Schmaus y Josef Stroh integraron la Selección de Austria que participó en el Mundial y cuatro años después, debido a la anexión de Austria a la Alemania nazi, fueron convocados por la selección alemana para disputar la Copa del Mundo Francia 38.

El siguiente caso de futbolistas con dos camisetas fue el de José Emilio Santamaría, defensor uruguayo de padres gallegos que disputó el Mundial Suiza 54 con los charrúas y, ocho años después, como ficha del Real Madrid, apareció en Chile vistiendo la camiseta española. 

En esa selección española del 62, jugaba el goleador del Real Madrid Ferenc Puskas, que también destacó en Suiza 54, donde había anotado cuatro goles y disputado la final del torneo, pero con su natal Hungría, país que debió abandonar tras haber sido declarado “traidor a la patria”.

Uno más de estos casos que se dio en Chile 62 fue el del goleador brasileño José Altafini “Mazzola”. Luego de ser campeón del mundo con Brasil en 1958, se mudó a la liga italiana para jugar con el Milán y, muy pronto, se ganó el derecho a ser convocado a un nuevo Mundial por la selección de su país adoptivo, Italia, aunque esta vez no solo se despidió en fase de grupos, sino que vio cómo sus antiguos compañeros revalidaron el título.

A finales del siglo XX, la Guerra de los Balcanes propició que varios futbolistas que integraron la Selección de Yugoslavia en el Mundial de Italia 90, jugaran con la histórica Croacia, que ocupó el tercer lugar en Francia 1998.

Es el caso de Robert Jarni, Davor Suker y Robert Prosinecki. Este último ha sido el único futbolista que anotó goles en la fase final de un Mundial con distintas selecciones, tras marcarle a Emiratos Árabes en 1990 y a Jamaica y Holanda ocho años después.

Sin embargo, el récord (prácticamente inalcanzable) de más camisetas vestidas en la Copa del Mundo lo ostenta Dejan Stankovic quien fue jugador de Yugoslavia en Francia 98, de Serbia y Montenegro en Alemania 2006, y de Serbia en Sudáfrica 2010.

Con 19 años, Stankovic era la gran promesa del Estrella Roja de Belgrado, lo que le valió ser convocado por Yugoslavia para el Mundial en suelo francés. Aunque fue suplente al principio, se ganó un espacio en la titular y hasta anotó un gol en el duelo contra Alemania.

En el 2003, la Selección yugoslava se convirtió en Serbia y Montenegro. Con Stankovic como capitán, clasificaron a Alemania 2006, pero se marcharon con tres derrotas en el saco, incluida una goleada 0-6 ante la Argentina de Lionel Messi.

Irónicamente, mientras se disputaba ese Mundial, Montenegro y Serbia declararon su independencia, así que, cuatro años después, Stankovic sumó una nueva camiseta mundialista: la de Serbia.  

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