Por Juan José Herrera |6 de mayo de 2022, 9:00 AM

Tras cuatro años de gestión, Pilar Garrido asegura que dejará la cartera del Ministerio de Planificación con la frente en alto y el corazón lleno, convencida de que bajo su mando Mideplan cumplió a cabalidad los objetivos trazados en 2018, incluida la cuestionada reforma al empleo público.

Dice que deja detrás suyo una economía recuperada y un país más ordenado, al tiempo que minimiza el impacto que tuvo el escándalo de la UPAD en su cartera y la administración.

Esta es la última entrevista de Garrido, como ministra, con Teletica.com.

¿Cómo valora su paso por la cartera de Mideplan?

Bueno, yo me siento muy satisfecha, me siento con ilusión. Hemos hecho un gran trabajo en equipo con los gerentes de Mideplan, con el equipo técnico. La verdad es que Mideplan  tiene profesionales destacados o que han estado particularmente comprometidos con que mi Mideplan pudiera brillar. Mideplan tiene un rol absolutamente fundamental que durante algunas décadas no fue tan destacado, creo yo, sino que se limitaba a lo que era la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública, pero el mandato de Mideplan es ser la mano derecha del presidente, es asesorarlo y poder también ser de alguna manera el primer violín del presidente, en el entendido de que él es el director de la orquesta y a nosotros nos toca resguardar que la partitura sea tocada de la manera más óptima y que todo el mundo tenga claridad de cuándo tiene que entrar, que tiene que aportar mediante los instrumentos de planificación.

Yo personalmente me siento muy agradecida, ha sido de mucho aprendizaje, han habido momentos complejos, pero también a nivel personal creo que creo que fue una gran bendición y yo solamente puedo agradecer porque el mayor honor que puede tener una persona es servir a su país. Y yo fui una de las privilegiadas en ese sentido, así que toda la gratitud.

¿Se cumplieron todos los objetivos trazados en el inicio de la administración? ¿Fueron ese violín?

Si yo puedo decir que sí, creo que puedo decir que Mideplan tiene ahora un rol más estratégico y creo que también han habido muchos esfuerzos que hemos tratado de impulsar y creo que sí, que hemos cumplido con esa labor y que hemos ido un poco más allá, por ejemplo, nos planteamos hacer hasta APP (alianzas público-privadas), hicimos una comisión de coordinación donde aún ahora estamos solicitando una asistencia técnica para dejar el cartel de Ciudad Gobierno listo y poder también sumar en la lógica de ese complejo institucional y que se libere espacio fiscal para las prioridades de la nueva administración y de las administraciones venideras, más de 3.800 millones de colones, lo cual no es fácil.

Planificar en un contexto de incertidumbre, recordando el 2018, también fue muy complejo. Yo recuerdo cuando estamos haciendo el Plan Nacional de Desarrollo e Inversión Pública y nos planteamos el nivel de ambición que queríamos tener ahí, el primer Plan Nacional de Desarrollo, Inversión Pública que establecía metas nacionales, por ejemplo, el tema de la descarbonización.

¿La reforma del Estado? Se habló mucho de la necesidad de reducir el aparato estatal, de cerrar o fusionar instituciones, ¿Qué pasó con eso?

Eso es diseño institucional. Nosotros lo planteamos y yo remití el proyecto de ley al Ministerio de la Presidencia para que pudiera ser elevado a la Asamblea Legislativa y creo que otras prioridades políticas también tuvieron que ver ahí. Como somos un equipo, aunque se hay hablado mucho de eso pues no hemos enviado a la Asamblea Legislativa un proyecto, pero creo que también para nosotros es la primera vez que hay un estudio técnico que soporta una ley y eso fue lo que nosotros hicimos con los órganos desconcentrados. Logramos cerrar el Fonabe que era una duplicidad que estaba ahí (…) Propusimos también algo un poco más ambicioso que de momento no ha llegado a la Asamblea, pero por lo menos hicimos el trabajo a nivel de estudio y la propuesta, las valoraciones políticas ya no son de mi cartera.

¿Qué tan satisfecha está con la reforma al empleo público? Porque la versión aprobada es muy diferente a la planteada.

Me siento satisfecha porque se resguardaron y se lograron cosas importantes, como por ejemplo el establecimiento de una columna salarial única, esto era vital. También el tema de una metodología de valoración del trabajo para esa columna salarial única, el tema de topar y establecer límites a las convenciones colectivas para que no haya abusos ni tampoco privilegios, ahí no va a haber ningún tema que tenga que ver con remuneraciones o que presione las finanzas públicas de una manera desproporcionada como ha sido tradición, o plazas en convenciones colectivas; entonces eso, más el otro elemento que tiene que ver con que se pueda establecer procesos de gestión del empleo público comunes, como la planificación del empleo público, que parece que es algo muy inocuo, pero en realidad es que ahora lo que pasa en las instituciones es que si alguien se jubila se corre a renovar la plaza porque se congela, pero se corre a solicitarla sin reflexión de si yo de verdad necesito ese funcionario o de verdad lo necesito con esa especialización técnica o que tal vez la administración lo requiere en otro lugar o puede tercerizar ese servicio… Entonces esa lógica de planificar el empleo público para hacerlo sostenible y que sea cada vez más excelente, pues creo que es un triunfo, lo mismo que el hecho de que se pueda reclutar con transparencia… Son cosas que hacen diferencia y que creo que hacen que valga la pena las otras concesiones.


¿Pero es un paso correcto más que uno en la dirección correcta? Porque pareciera que muchas autonomías se impusieron en la discusión, que la cobija que ustedes querían era más gruesa y más grande.

A mí me hubiera gustado que mediante el principio de coordinación se pudiera aplicar la columna salarial para todos, como se había propuesto, no era una intromisión en las autonomías, sino sobre la función esencialmente técnica. O sea que nadie iba a decir nada en relación con la libertad de cátedra de las universidades por ejemplo, sino que mediante un trabajo de coordinación poder establecer una columna salarial única que fuese mucho más consistente. No obstante, yo le aclaro que soy profundamente democrática y que la decisión de la Sala (Constitucional) para mí es lo único y lo último. Y pues ahí no hay nada que hacer.

Si los magistrados decidieron que solo estuvieron los empleados públicos comunes dentro de la rectoría de Mideplan, o de esas instituciones autónomas independientes solo las comunes, pues nada más acatar y aceptar porque eso es un voto definitivo.

Creo que además vivimos momentos complejos, incluso que el Poder Judicial por primerea vz en la historia y dos ve ces presentara una consulta a la Sala Constitucional. Fue una discusión muy intensa y muy apasionada, creo yo. Y también vino a reformular algunos de los de los conceptos en términos de las autonomías mismas, de esa distinción de que no es necesariamente a la institución, sino también esta diferenciación que hace la Sala Constitucional entre los funcionaros comunes y los esenciales, que es un nuevo paradigma más complejo a lo que originalmente habíamos propuesto.

¿No logró la administración dimensionar realmente lo que significaba una reforma como esta y esas dificultades arraigadas desde la creación de la propia República?

No, sí lo medimos, lo que pasa es que nosotros argumentamos de que no había, o de que el concepto de autonomía visualizada el artículo que da pie al 191 de la Constitución, que habla de un único cuerpo de Servicio Civil, hubo una discusión y nosotros la plasmamos cuando hicimos la coadyuvancia para la Sala Constitucional, hubo una discusión sobre esto, sobre si el empleo público en particular debía ser sectorial o si debería ser un único cuerpo para todos que reconozca que hay diferentes trabajos, una función diferente, una responsabilidad diferente que cumplir, pero que al final es un único cuerpo consolidado y que la autonomía es sobre la función esencialmente técnica, es decir, administrar justicia, impartir clases, formar profesionales y no sobre el empleo público.

Hay todavía, yo creo, una discusión independiente. Yo creo que sabíamos que no había expertos ni expertas en empleo público en el país, honestamente es un tema que desde el año 53 no se tocaba y creo que en que unos temas obedecen al diseño constitucional y otros también obedecen al nivel de comprensión del proyecto en sí mismo, porque nosotros lo que propusimos fue un proyecto técnico donde quizás no había tanta jurisprudencia desarrollada en términos del empleo público como tal, de las autonomías un poco más, pero del empleo casi nada.

Entonces desde el año 53, con constitución del Servicio Civil, o del año 49 cuando se da esa discusión, pues no se retomaba. Imagínese que sigue siendo un tema tan complejo que hasta ahora algunas autoridades de partidos políticos de la fracción más grande que tendrá la Asamblea Legislativa, sigue anunciando que la rectoría tiene que tenerla una entidad como el Servicio Civil, cuando la misma Constitución política dice que la rectoría política es del presidente y del ministro del ramo, así se define una rectoría, no puede ser un ente autónomo. Entonces hay temas aún de conceptualización misma del aparato estatal que yo escucho en discusiones y veo que todavía merece el país una discusión más reposada e informada sobre lo que es el empleo público, las rectorías y el diseño institucional.

El presidente electo ya habló de la posibilidad, si no de “corregir” la ley de empleo público mediante reglamento, hacerlo mediante reforma, sin que siquiera haya entrado a regir.

Yo lo escuché, pero yo creo que el tema de fondo y también de algunas fracciones que querían a todos dentro, no se va a resolver con la ley de empleo público. Esa ley, aunque la reformen, volverá a la Sala Constitucional y la Sala Constitucional les volverá a decir eso. La única manera de resolver que la cobija sea verdaderamente para todos, todos y que sea pareja, es con una Constituyente, reformulando la manera como se pensó el Estado en el año 49 y los alcances de los poderes independientes y los alcances de las autonomías.

¿Usted cree que es válido hablar de una Constituyente para reformar el empleo público?

No, yo no lo creo. Es más, yo no creo que en este momento tengamos la madurez para plantearnos una Constituyente. Honestamente pondríamos en riesgo valores fundamentales, como por ejemplo en lo que nos marca con ese artículo 50 de la Constitución, ese balance entre lo social, lo ambiental, lo económico… O el tema de cómo está estructurado, alcances importantísimos que nos hacen la República que hoy somos, reconocidos por la defensa de los derechos humanos, el Estado de Derecho, por una vocación ambiental. No creo yo que sea eso, porque al final yo creo que no se resuelve con establecerlo de esa manera.

Lo que sí creo es que se podrían tejer los puentes como se está haciendo ahora con el piloto en empleo público, donde haya una participación de los padres independientes sin que medie una Constituyente. Es un tema entendimiento, de complementariedad, de coordinación y de subsidiaridad en los casos donde aplique. Entonces no creo que sea el momento para ello, más después de una pandemia.

¿Será el cambio de gobierno una amenaza para la reforma más importante de su cartera?

Pues yo creo varias cosas: Una primera es que este proyecto, en términos más pragmáticos de rendimiento fiscal, le va a aportar a la nueva administración en su primer año un 1% del Producto Interno Bruto para que lo pueda direccionar, sea a lo que son las prioridades de bajar el costo de financiamiento del gobierno, bajar el tema de la deuda, o sea que lo utilice para financiar prioridades nuevas en términos de sostener la recuperación económica, generar más empleo, invertir más en términos de educación que ya hace mucha falta. En términos prácticos, prescindir del 1% del Producto Interno Bruto por una reforma que se resolvería exclusivamente con una reforma constituyente, quizás sea arriesgado y no valga la pena. Yo creo que lo que debería de avanzarse es en términos de depurar lo que es este reglamento, ahora vienen decisiones importantes en materia de empleo público por parte de quienes están fuera de la rectoría del Mideplan.

Si la cobija al final resulta para algunos que no sea suficientemente calentita o que no cubre tanto, pues habría que visualizar si efectivamente se resuelve mediante un instrumento de ley o si de lo que estamos hablando de fondo es de una reforma constitucional que la nueva administración no va a ver porque eso lleva ocho años. Recordemos además que este proyecto también es parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y habría que valorar el impacto que podría tener en ese acuerdo y cómo se compensaría.

Acuerdo que también se ha puesto en discusión por la nueva administración.

También, sí, y también tendría un impacto en la confianza de los inversionistas, en la confianza de las calificadoras y no deja de ser un tema menor. Por eso es que toda la comunidad internacional y los inversionistas y las calificadoras y los multilateral nos están observando con muchísimo cuidado, porque hemos trazado una ruta de recuperación resiliente y consolidación fiscal que podría estar en riesgo o que podría ser más bien profundizada y consolidada como un motor para poder crecer mejor, que es lo que nosotros vimos desde el principio: logremos la estabilidad macroeconómica, logremos avanzar en el saneamiento de las finanzas públicas para que la nueva administración pueda dedicarse, ojalá enteramente, a generar empleo, empleo, empleo, empleo y no tenga que resolver estos baches nuestros que en algún momento en 2018 no sabíamos y vamos a poder honrar nuestros compromisos con la planilla estatal y con los proveedores y si íbamos a caer en default (quiebra), es que era un momento muy complejo como recibimos la administración y después vino la pandemia y ahora dejamos la casa muy ordenada, en eso yo concuerdo con el señor Presidente.

¿Cómo se mantuvo en el poder en una cartera tan sensible en medio del gabinete más inestable de la historia?

Mi decisión de quedarme obedece a que quería lograr transformaciones importantes a nivel del Estado y una es esa, que Mideplan pudiera dejar una hoja de ruta de largo plazo, por ejemplo, que pudiera dejar el tema de la modernización del Estado con el empleo público y que pudiera también legar una agenda robusta en términos de evaluación de los programas y políticas públicas, que pudiera dejar un fondo de cooperación con la Unión Europea… Entonces fue un tema de vocación, pero hubo momentos complejos, quizás a veces yo misma me lo pregunté también, pero decidí que quería quedarme por el país.

¿Se planteó salir?

Sí claro.

¿Cuándo?

Había días malos, días en los que uno se plantea si le hace un bien al país quedándose o si debe retirarse, eso es un ejercicio sano, es un proceso de mucho desgaste, pero siempre la respuesta fue que merece la pena y porque el país va a quedar mejor.

¿Y qué opina de que un poder de la República, por mayoría, recomiende una investigación penal en su contra por el caso UPAD?

Si al final, bueno, al día de hoy yo no tengo ninguna causa por la UPAD, porque al final esa decisión no caminó, son momentos difíciles pero lo que uno logra es aislar el ruido, mantenerse en la dirección y la misión. Mi misión era sacar el empleo público, hacer el plan de largo plazo, dejar los proyectos de inversión pública, trabajar en temas de cooperación, era avanzar en términos de diseño institucional… Todo lo demás era ruido, el tema de la UPAD es algo que yo recuerdo en este momento nebuloso, honestamente creo que pasamos por ahí y entramos  a la pandemia, fue todo muy rápido, muy complejo. Al final no sé en qué va a parar esa investigación, pero es que ahí no hay ningún fundamento para nada, nunca se espió a nadie, nunca se hizo nada de lo que en su momento se presumía, de lo que a mí me consta. Entonces, la participación nuestra es meramente por un decreto que en su momento se firmó, es un decreto, ni siquiera es una ley. Entonces ahí hay un tema como más de naturaleza política, un juicio más político que un juicio más de fondo.

Y bueno, cuando uno ve eso y luego recuerda que aprobó el empleo público, la ley de Desarrollo Regional o lo pone en la balanza con lo que hemos hecho en inversión pública, con los proyectos, lo que hemos logrado amarrar en fuentes de financiamiento, de inversión pública no tradicionales creo que valió la pena, creo que ese trago no desmerita al resto.

Y además también hay experiencias a nivel personal también personal y de haber pasado por ahí también en un momento complejo, pero bueno, que uno pasa por ahí. A Michael (Soto, ministro de Seguridad) también en ese momento le pasó lo mismo y yo me apoyé también en él, yo le decía Michael no entiendo esto, y él me dijo bueno, esto es así.

Yo le decía que no entiendo, pero es que al final es un tema político - electoral, y pues en ese momento estábamos más enfocados en otro tipo de realidades.

¿Usted sabía lo que era enfrentar una denuncia penal?

Jamás, yo soy una técnica, yo creo que mi trabajo es técnico esencialmente, y también creo que eso a veces es difícil de entender, yo tal vez no comunico tan bien como debiera, pero es que esencialmente en el fondo mi base es técnica, yo se lo dije al Presidente, yo soy técnica, y me dijo bueno, Mideplan es técnico, pero yo no estaba acostumbrada ni preparada para que de pronto pase algo así, pero luego con más calma y más en frío uno dice ahí no dice nada.

¿Pero se asustó cuando ve que el Plenario recomienda una investigación penal en su contra?

No me asusté, me decepcionó, porque honestamente cuando uno lee, analiza las pruebas y escucha la comparecencia no había, a mi juicio, motivo para eso más que algo de naturaleza política. Y eso que muchos de quienes forman parte de la Comisión fueron grandes aliados para la aprobación de la ley de empleo público después, entonces también eso es importante, creo yo como lección de política más personal, como que en un momento tenía a ellos ahí y en otro te están apoyando y te están acompañando los mismos que de alguna manera te llevaron ahí. Entonces poder separar esas dimensiones tal vez es algo que solo con experiencia uno aprende.

Usted minimiza el tema UPAD, pero más allá de su impacto, a nivel de percepción puede perfectamente ser el escándalo más grande de toda la administración.

Bueno en el caso de la UPAD yo no sentí que me golpeara a mí directamente, o de alguna manera sí porque golpeó a Daniel y Daniel era mi viceministro y de alguna manera lo golpea uno lo que le pasa a la gente que uno quiere y respeta, más a nivel personal, pero realmente ahí no había motivo para algo así. Todavía no entiendo yo bien cómo algo tan sencillo que procuraba un bien como el tema de informar mejor las políticas públicas, cómo se hace de esa manera (…)

Entonces no entiendo yo también más como ministra planificación te digo que no entiendo cómo pretender hacer un trabajo técnico con políticas públicas más resilientes, más modernas, sin datos y tener una unidad que lo que hacía porque les vi en diferentes ocasiones visualización de datos puede ser cuestionado de esa manera, entonces yo creo que en muchos momentos es mala comunicación y en otros momentos creo que también hay desinformación y mala fe de parte de algunos actores que encuentran motivos para generar alguna afectación.

Pero ese episodio para mí honestamente, si usted no me lo recuerda yo no lo menciono, porque eso para mí está zanjado y pues ahí cuando salgan los diferentes procesos judiciales que tienen las diferentes personas involucradas en eso, pues yo creo que se va a mostrar que honestamente lo único que había era una voluntad para hacer las cosas mejor y servirle al país.

¿Por qué perdió la notoriedad que en algún momento tuvo ante la imagen pública?

Porque necesitaba trabajar en otras cosas, necesitaba trabajar y no ya como coordinadora económica, sino como ministra de Planificación. Fue una decisión mía. Yo tomé la decisión que necesitaba trabajar en esto, en la estrategia económica territorial que lanzamos en marzo y que se aplazó durante un año y en 2021 ya logramos avanzar. Necesitaba trabajar en los proyectos de inversión, necesitaba hacer un trabajo más de hormiga con las y los diputados en temas de empleo público, era un trabajo de todos los días con don Víctor (Morales Mora, exviceministro de la Presidencia) en la Asamblea Legislativa. Noches de noches pudiendo trabajar con la comisión, con los asesores, bueno, también con la opinión pública de personas cercanas a ellos. Era líderes de opinión de partidos políticos para poder avanzar con la reforma al empleo público, necesitaba hacer trabajo más técnico si se quiere, o político pero a una escala más institucional y yo sentí que podía delegar el trabajo en Victoria (Hernández, ministra de Economía), porque al final de lo que se trataba era de cierres, de aforo, temas que tienen que ver muy con el comercio, mucho con la industria que es su función esencial y creo que ella hizo muy buen trabajo en ese relevo y eso me permitió avanzar a mí en otras prioridades.

También de alguna forma yo extrañaba hacer ese trabajo más técnico y pues a eso me dediqué y luego sacamos los productos: Estrategia económica, territorial, Ley de Desarrollo Regional, Ley de Empleo Público, el tema de los proyectos de inversión pública priorizados, quizás no son tan inteligibles para toda la sociedad pero que tienen un gran impacto.

Mucha gente de muy mala fe andaba diciendo que yo como no me veía pues básicamente no estaba trabajando, todo lo contrario, es cuando más productiva he sido, porque de alguna manera en esa exposición también te coloca en una óptica mucho más política y yo necesitaba acompañar a mis compañeros de Mideplan en procesos más técnicos también.

En su momento la estrategia del gobierno con jerarcas cuestionados fue sacarlos del ojo público, por ejemplo pasó con don Marcelo Prieto (Comunicación) ¿No fue un deseo entonces de “enfriar” su imagen en medio de polémicas como las de la UPAD?

No no, vieras que no, así no. Te voy a poner este ejemplo: en 2018 a mí me pusieron a negociar con los sindicatos para apoyar la reforma fiscal y me pusieron en aquellas mesas eternas y también como rectora de empleo público, que en su momento se decidió que Mideplan lo asumirá sin que yo fuera a mover nada a la Asamblea porque nunca fui a pedir eso, pero Mideplan resultó serlo y en ese momento yo tenía que estar en esas negociaciones y al mismo tiempo formulando el Plan Nacional de Desarrollo de Inversión Pública. Llegó un momento le dije Presidente necesito que me dé permiso de levantarme de la mesa, porque yo necesito trabajar en ese plan.

¿Qué opinó el Presidente? Porque usted era la mano derecha de él en ese momento.

Me apoyó, desde luego siempre me apoyó y estuvo de acuerdo que fuese así. Ahora con las reformas concretadas en la mano, con la negociación del Fondo Monetario en la mano (…) entonces yo le dije que quería asumir mi rol de coordinación económica desde aquí y voy a avanzar en estos productos. Siento que fue una decisión sabia, aunque muchos la cuesitonaran, porque pude dejar consolidados algunos temas de Mideplan que de otra manera no hubiera podido y que hubiera fallado como ministra de Planificación si no hubiera tomado esa decisión, porque yo estaba casi como coordinadora del equipo económico.

Pero eso era usted.

Claro, pero no me contrataron para eso exclusivamente, fue que me tocó porque me nominaron, pero necesitaba hacer ese otro trabajo. Al final creo que las dos cosas salieron bien, vea los principales indicadores económicos. Cuando dicen ¿dónde está la reactivación?, yo pregunto ¿a cuánto hay que crecer para poder decir que estamos reactivados? Porque claramente no es al 7,6 del PIB, entonces ¿a cuánto es? Esa discusión ya debería estar superada. Yo entiendo que para efectos electorales pues pudo haber sido uno de los temas para la gente que ha sido muy afectada y no ha logrado incorporarse al empleo, pero esa es otra discusión reactivación económica se refiere al tema del crecimiento económico.

¿Estamos en una economía reactivada?

Claro, yo diría que ya estamos en una economía recuperada.

¿incluso con la pandemia?

Sí, estamos al 7,6% (porcentaje de crecimiento económico al cierre de 2021 con respecto al Producto Interno Bruto). Vea como estábamos al principio, con riesgo de default (quiebra), con un déficit inmenso también y ahora vamos a cerrar con balance primario (superávit).

Teníamos la razón de la deuda en su momento y recuerdo porque nosotros mismos corríamos y yo misma hice operaciones en Excel para visualizar cómo era y cuánto tiempo iban a estar congelados los salarios por temas de crecimiento económico y esa brecha estaba calculada a un crecimiento en 3%, a que hasta el 2033 se iban a descongelar los salarios con el crecimiento del 7,6%, así estaba proyectado, pero desde luego no está exento verdad de shocks, porque la economía nuestra es muy abierta, pero con lo proyectado, pues entonces eso se recortó y hasta el 2029 van a estar ahora congelados porque hasta ese momento la razón de la deuda pues va a descender del 60%.

Entonces esfuerzos en términos de déficit, de deuda, de estabilidad macroeconómica, en términos de crecimiento… Yo creo que en eso dejamos la casa mucho mejor de cómo la recibimos y honestamente hay que ser mezquino para no saber reconocerlo, porque eso es así.

Y el otro tema también dejamos en una cartera de proyectos que también si se gestiona bien a nivel de inversión pública podía ser un multiplicador. Habría que visualizar ahora el mismo Fondo Monetario Internacional lo dijo de manera elocuente, que el trabajo estaba bien hecho y además que las reformas que ya se habían logrado, los esfuerzos que se han gestado por el lado de los ingresos y del gasto, pues era suficiente para poder cumplir la meta del superávit del 1% al 2023, superávit primario.

Pero también que falta muchísimo en el apartado de ingresos.

Pero también eso pasa por si hay apertura o no de aplicar exoneraciones, por ejemplo, eliminar algunas exoneraciones y aplicarlas a otras más vinculadas con la nueva economía, porque al final lo más importante es la visión del desarrollo y las exoneraciones se generaron así, para poder mover un tipo de desarrollo. Si ese desarrollo a algunas partes ya está caduco, si algunos agentes económicos ya no lo necesitan, pues entonces visualicemos cuáles sí lo necesitan o si del todo ya no hace falta y lo que se necesita es dinero adicional para la Hacienda Pública que pueda a su vez distribuirse mejor en programas que logren esa transformación productiva. El salario escolar, algo que nosotros mismos propusimos, cómo no va a estar eliminada la no sujeción al salario escolar a renta, al final lo que se dio fue un aumento, un aumento diferido en el tiempo, un aumento de salario.

Eso era sencillo y era justo, es algo que la Sala (Constitucional) misma lo dijo, que el salario, que además no había justificación de por qué mantener esa no sujeción, y ahí había fácil entre .20 y .40 del PIB, cuando lo que se necesitaba era .50 para compensar lo del gasto en el acuerdo con el Fondo… O el tema renta global, eso es algo de modernización, la opción está ahí y el país no quiere avanzar. Entonces ahí, decir no impuestos fue un tema reiterado de la campaña también tiene que ver que por el lago del gasto hay límites y hay que visualizar por dónde más, cuál es el rendimiento por ejemplo de Hacienda Digital, pero eso es hasta 2023-2024.

¿Qué va a hacer a partir del 9 de mayo?

Todavía no he resuelto mi proyecto de vida, lo que sí quiero es un momento para descansar, reflexionar y espero estar más conmigo misma y con mi familia y a partir de ahí seguir aportándole al país desde otro lugar.

¿Se ve de nuevo en la función pública?

No, creo que en este momento no. Quizás más delante de mi vida podría ser, es un honor inmenso servir al país, a pesar de todo, de los cuestionamientos y la mala fe, pero también hay algo que me pasa mucho, que por ejemplo a veces voy al súper y hay gente que se me acerca a felicitarme, en su mayoría son mujeres, y también me dicen que siendo una mujer joven, que fue algo que también me cuestionaron al inicio, me dicen que eso les ha dado fuerza, algunas hasta para volver estudiar, imagínese qué poderoso, entonces yo creo que en la medida de lo posible, tratar de hacer lo mejor y que ese ejemplo quede ahí, aunque en ocasiones me he equivocado, claro que sí, todos somos humanos, pero tratar de hacer lo mejor pues ese ejemplo queda ahí y también recibo afecto de la gente por el servicio prestado y eso compensa el resto y me siento satisfecha, me voy con la cabeza en alto y el corazón lleno y también contenta de haber aportado al país un poquito.


¿Añora volver a pasar desapercibida?

Sí, yo soy una persona que le gusta pasar un poco más desapercibida y poder también tener tiempo para hacer trabajo más técnico, creo que todo se disfruta y creo que ahora viene un momento en el que ya toca como una parte más de reconectarse con uno mismo, con su familia, de retomar algunos otros proyectos personales eso va a ser importante. Por ejemplo, ser mamá, había pospuesto conscientemente, no se puede dar todo, dar y servir al hogar y al país al mismo tiempo, eso es de una de las cosas que quiero avanzar.