Por Juan José Herrera |11 de enero de 2022, 18:34 PM

El Gobierno lamentó, esta tarde, el uso de recursos públicos en una conferencia de prensa que impulsó la diputada independiente Shirley Díaz para darle espacio a un grupo antivacunas.

El ministro de Comunicación, Agustín Castro, cuestionó que esos recursos fueran utilizados para “promover prácticas y actitudes que ponen riesgo la salud y la vida”.

“Es muy lamentable esa actitud en la que, incluso, se utilizan recursos públicos para promover prácticas y actitudes que al final ponen en riesgo la salud y vida de nuestra niñez. Es un gran contraste con el esfuerzo que está haciendo en todo el país el personal de salud precisamente para vacunar contra el COVID-19 a los niños de entre 5 y 11 años y así protegerles de la enfermedad”, dijo.


En la conferencia, que se celebró en una de las salas de prensa del nuevo edificio legislativo y fue transmitida por los canales oficiales del Congreso, los miembros del llamado “Movimiento por la salud y la libertad” expusieron su rechazo absoluto a la obligatoriedad de la vacunación en el país, especialmente para los niños.

“No estamos aquí como un grupo antivacunas, sino pro-ciencia”, dijo a manera de introducción Marco Albertazzi, recordado por participar de una marcha antivacunas en las afueras de Casa Presidencial donde cuestionó la existencia de la pandemia.

“Queremos abrir un espacio para dar una discusión seria sobre el tema de la vacunación, fundamentada en aspectos legales y científicos de relevancia especialmente ante la inminente obligatoriedad de la vacunación para niños y adolescentes”, dijo la diputada Díaz para luego ceder la palabra a otros participantes y posteriormente abandonar la sala.

Jimena Campos, doctora que se ha hecho conocida en redes sociales por afirmaciones como que la vacuna anticovid generaba magnetismo o que los vacunados transmiten componentes virales del medicamento mediante sus fluidos, acusó a las autoridades, entre muchas otras, de crear un “apartheid sanitario” por medio del código QR “que fomenta el miedo, la persecución y el aislamiento social”.

En la misma conferencia, representantes del movimiento también aseguraron que el uso prolongado de mascarillas afecta el sistema inmunológico y el desarrollo del lenguaje, que es una falacia decir que el virus sobrevive en superficies inertes, que las vacunas se hacen con niños abortados o que la pandemia nunca amenazó, realmente, a la humanidad.

“Además de poner en riesgo la salud y la vida de los niños y de todos en general, estas actitudes tampoco tienen sentido desde el punto de vista económico porque el Banco Mundial, economistas y la experiencia de lo que hemos visto en países desarrollados marcan claramente que hay un fuerte impacto entre la variante Ómicron y los altos niveles de contagio que genera sobre la actividad económica y que tiene elevados costos sobre la producción”, añadió el ministro.