Por Juan José Herrera |17 de septiembre de 2020, 17:45 PM

Con un voto de mayoría (36-12) los diputados acordaron, este jueves, respaldar la continuidad de Catalina Crespo al frente de la Defensoría de los Habitantes.

Luego de dos días de sesión y tras una expedita investigación, los legisladores decidieron apoyar el informe de mayoría que recomendaba la continuidad de la Defensora y la desestimación de los cargos que contra ella pesaban.

La principal tesis de los diputados a favor fue que no existió en toda la investigación ninguna prueba fehaciente de que Crespo cometiera una negligencia notoria o una violación grave a la ley que justificara su destitución, tal y como establece el reglamento de la propia Defensoría.

Esa tesis fue ampliamente repetida por la mayoría de los diputados que abogaron por su continuidad, entre ellos la socialcristiana María Inés Solís, presidenta de la comisión que investigó a Crespo y autora de ese informe de mayoría.

“Durante toda la investigación no se pudo comprobar las faltas que le fueron señaladas a doña Catalina Crespo, pero sí que a los directores de la Defensoría, a esos mandos medios, les molesta que las cosas se hagan sin consultarles y que ellos estén de acuerdo como están acostumbrados”, dijo Solís en tono de reproche.

La diputada y otros legisladores sostuvieron que al final los señalamientos contra la Defensora vienen de un grupo de funcionarios (Consejo Director) que no soportó el cambio de timón que tomó la institución bajo el mando de la actual Defensora y que ahí inició una campaña que, todos coincidieron, se politizó.

A Crespo se le señalaba, entre otras, por variar los estatutos de la Defensoría para precisamente restarle autoridad al Consejo Director, así como por faltas en su obligación de resguardar los derechos de los ciudadanos.

Sin embargo, los legisladores acordaron que principalmente se le cuestionó su papel en el caso de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), luego de que ordenara la investigación del caso y condujera una entrevista al presidente Carlos Alvarado por este tema de la que, además, se perdió una parte del audio.

Por la mañana, la Defensora defendió su inocencia y proceder en todos esos señalamientos, pero insistió en que ese “es el motivo real que justifica el por qué estoy yo aquí frente a ustedes”.

En contra

Siete diputados del PAC presentes, la socialcristiana María Vita Monge, la verdiblanca Franggi Nicolás, Wálter Muñoz (PIN), Otto Roberto Vargas (Republicano Social Cristiano) y José María Villalta (Frente Amplio) completaron los 12 votos que abogaban por la destitución de Crespo.

La posición del grupo es que la continuidad de la Defensora debilitaba la institución y que, hasta ahora, Crespo ha dejado claro su incapacidad de dirigir a la Defensoría de los Habitantes en momentos donde se le necesita con urgencia.

Esa tesis, sin embargo, se vino abajo con los señalamientos de los demás partidos de que esa era una movida política para resguardar al Gobierno y atacar a la Defensora por su papel en el caso UPAD.

“Yo soy uno de los que más he cuestionado y señalado los cuestionamientos en el caso UPAD y no soy del PAC, así que a mí no me alcanzan esos cuestionamientos”, dijo Villalta antes de enumerar una serie de aspectos de por qué, para él, Crespo no debería seguir en su cargo.

El más importante, y el que según él sería el único que sustenta esa falta grave a la ley y una negligencia notoria, fue la decisión de Crespo de borrar del informe final de la investigación UPAD al exministro de la Presidencia Rodolfo Piza.

La Defensora aseguró ante los diputados que eso se hizo para no incurrir en errores al haber ya tres personas que han pasado por ese puesto durante esta administración, pero esa respuesta no la creyeron todos los diputados.

“Intentar favorecer a un amigo borrando su nombre de un informe sí es una falta grave, más allá de ella diga que no lo conoce o lo que ha dicho (…) me preocupa además que ella mintió ante una comisión legislativa al decir que Daniel Soley (asesor de la DIS) se presentó a la Defensoría de sorpresa, cuando el propio Soley demostró con mensajes que ella lo había invitado”, dijo Villalta.

Esos cuestionamientos fueron compartidos por otros legisladores, especialmente la bancada del PAC, que desde temprano ya había anunciado que sabía que tenían “la batalla perdida”.