Por Juan José Herrera |27 de agosto de 2022, 11:55 AM

Con 14 años viviendo fuera de Costa Rica y solo tres de militar en el Partido Unidad Social Cristiana, Juan Carlos Hidalgo se convirtió, el domingo anterior, en el nuevo presidente del PUSC tras recibir un apabullante apoyo en la asamblea nacional (97-16).

El analista internacional, de 42 años, irrumpió en mayo de 2019 en el seno de uno de los dos partidos tradicionales del país, abanderando la promesa de una profunda reforma que le urge a una agrupación que, para 2026, cumplirá 20 años fuera del poder.

Reconoce sin problema que sus ideas liberales chocan con el bloque más conservador del PUSC, pero insiste en que de ninguna forma son contrarias a los valores y creencias del partido que, a partir del 19 de diciembre, comandará.   

¿Cómo llegó ahí?

“Ha sido toda una experiencia, porque cuando anuncié, en 2019, que me incorporaba al PUSC efectivamente la reacción a lo interno fue mixta: algunos me recibieron con los brazos abiertos y otra gente que no estaba tremendamente emocionada con mi llegada, me veían como muy liberal para un partido de centro o como un oportunista que venía a saltarse la fila de gente que estaba esperando su oportunidad y yo llegaba de paracaídas a robarles ese turno”, reconoció.

“Sin embargo, han sido más de tres años de militancia activa, con una candidatura a cuestas y me he ganado el cariño y el respeto de la enorme mayoría de compañeros socialcristianos, mucha de esa gente que me recibió con antorchas y palos votaron por mí este domingo, recibí el apoyo de figuras históricas, gente que incluso me criticó en su momento, porque creo que a través del compromiso con mi candidatura, el trabajo que hice, el compromiso con el partido de quedarme aun cuando no quedé electo, demostré que quiero estar aquí, quiero estar en este cargo”, añadió.

Hidalgo acabó siendo el tercer lugar en la papeleta de San José, pero el bajo apoyo que amasó Lineth Saborío en la primera vuelta (12,4% para un quinto lugar) terminó minando sus posibilidades de llegar a Cuesta de Moras.

Para llegar ahí, aseguró que concentró su trabajo en cinco cantones: Montes de Oca, Curridabat, Escazú, Santa Ana y Turrubares.

“Ahí construí una base con estructura tradicional del partido y gente nueva que nunca había estado y resulta que me fue muy bien en las distritales y ya en las cantonales hice alianzas y llegué fuerte a la asamblea”, añadió.

Reconoció que en el camino gozó del “consejo y la bendición” del expresidente Miguel Ángel Rodríguez y que, además, construyó una buena relación con la pasada bancada y ahora con la actual.

Pese a ese camino “democrático” que le permitió llegar hasta ahí, afirma que una de las primeras reformas que buscará impulsar será cambiar la forma en que se eligen esas candidaturas a diputados, pues afirma que actualmente el proceso "fomenta una dinámica perversa y no la sana competencia".

“Terminamos sin plata, agarrados entre nosotros y sin tiempo para empezar a trabajar las elecciones nacionales”, dijo.

De esa propuesta se encargará una comisión interna que se formará próximamente y que deberá proponer opciones para ese cambio, algunas de las cuales, según Hidalgo, podrían ser eliminar las elecciones distritales y llegar directamente a las cantonales; o bien, que los candidatos se elijan directamente desde las provincias.

Afirma que, pese a las últimas derrotas electorales, los sondeos ya habían dejado claro que el PUSC es uno de los partidos “que menos resistencia generan” y que en una segunda ronda la agrupación tendría muchas posibilidades de una victoria.

“Entonces yo creo que sí, que tenemos muchas posibilidades de llegar a la presidencia, pero tenemos que hacer un trabajo muy serio para proyectar que tenemos las soluciones y las respuestas a las mayores ansiedades de los costarricenses”, finalizó.