¿Chocaría con la constitución el nombramiento de Melvin Jiménez como ministro?

“Ser ciudadano en ejercicio; ser costarricense por nacimiento, o por naturalización con diez años de residencia en el país después de haber obtenido la nacionalidad; ser del estado seglar y haber cumplido veinticinco años de edad”, esos los requisitos para ser nombrado ministro de gobierno en Costa Rica.

Estos requerimientos se establecen en el Artículo 142 de la Constitución Política.

Después del anuncio de Luis Guillermo Solís de la primera parte de su gabinete, un nombre generó polémica.

El nombrado Ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, es en la actualidad obispo de la Iglesia Luterana, razón por la cual algunas personas comenzaron a cuestionar la legitimidad del nombramiento.

El argumento radica en que Jiménez no sería del estado seglar. Es decir, estaría militando para una doctrina religiosa.

Para el abogado constitucionalista, Fernando Zamora, ante estos cuestionamientos lo primero que se debe hacer es revisar la jurisprudencia. “Según dos resoluciones del Tribunal Supremo de Elecciones, la prohibición de participar en puestos públicos lo es solo para los clérigos católicos. Así las cosas de conformidad con esas resoluciones del TSE, a los clérigos no católicos no les pesan esa prohibición”, indicó el abogado.

Zamora señaló que esas resoluciones están basadas en una Costa Rica con otro panorama. Desde su opinión personal, el abogado incluso manifestó que sería importante que no exista esa prohibición para nadie. El constitucionalista cree que en la misma descansan algunos fundamentos de discriminación.

Por otra parte, Zamora reitera que en ningún momento Jiménez y Solís estarían contra la Constitución Política. El abogado no descartó incluso que con esto se pueda promover en los órganos pertinentes la eliminación esa prohibición.

Zamora señaló que además no descarta que antes de la toma de posesión, Melvin Jiménez renuncie a su condición con la Iglesia Luterana.