Por Walter Campos Moraga 7 de noviembre de 2014, 6:21 AM

¿Se acuerdan cuando uno jugaba luchitas de chiquillo? Era riquísimo, quedaba uno todo empapado y agitado, era un súper ejercicio.

Bueno, esa misma sensación le queda a uno cuando practica jiu-jitsu brasileño, pero lo mejor es que, además de ejercitar absolutamente todo el cuerpo, aprende a defenderse.

Si quiere conocer más ventajas sobre este arte vea el video adjunto.