Por Adrián Fallas |19 de diciembre de 2021, 8:30 AM

Minoshka Solís quedó subcampeona mundial de para surfing al obtener una medalla de plata en la categoría Prone 1 Mujeres, categoría para atletas que surfean acostados.

La tica empezó a practicar esta disciplina hace cinco meses y, con este logro, ya piensa en grande. Pero más allá de esto, la historia de Minoshka es de sacrificio y perseguir metas. A continuación, puede leer la conversación que tuvimos con ella.

¿Qué tipo de cáncer padeció?

Tuve cáncer de hueso en el fémur derecho y ahora tengo reemplazo interno de titanio de fémur y rodilla.

¿Cuándo se lo detectaron?

A los 16 años, en el 2010.

¿Cuáles son los recuerdos de ese momento?

Yo era bastante joven. Antes del cáncer hacía gimnasia, competía a nivel nacional, entrenaba como cuatro veces a la semana y, de un momento, que me dijeran 'usted lo que tiene es un cáncer de hueso y no puede seguir caminando'... Es una noticia bastante fuerte, más en la adolescencia. 

Pasar el proceso de cáncer fue súper difícil: la caída del pelo, bajar de peso; pero, más que todo, lo más difícil fue el cambio de estilo de vida, porque yo estaba acostumbrada a hacer deporte, estar activa y fue pasar a vivir en el hospital.

Tuve que adaptarme a vivir como adulto. Pasé por quimioterapia, luego la primera cirugía, que fue donde me quitaron el hueso, después la rodilla y parte de la tibia, luego terapia para volver a aprender a caminar.

Son recuerdos son muy duros, pero también recuerdo gente que estuvo muy presente.

Cuando vuelve a ver hacia atrás, a ese momento y todo lo que ha pasado al día de hoy, ¿qué le queda?

Yo tengo una frase, que yo creo que me representa muchísimo y es que es el amor es la fuerza más poderosa y cuando uno se tiene amor propio, uno siempre va a dar lo mejor, intentarlo y dar el máximo esfuerzo.

Yo creo que, sin saberlo, en ese momento lo hice, me preocupé por mi salud, por mí, pero también tuve amor a mi alrededor, de mi familia, de amigos, que estuvieron apoyándome. 

Disfrutar el día a día, disfrutar lo que se está haciendo de manera plena, porque al final no sabemos si vamos a estar o no al día siguiente. Tuve muchos amigos que fallecieron y yo sigo acá, entonces que ellos me enseñaron también que hay que disfrutar el día a día, pero también hay que vivir con un propósito.

¿En qué momento después de la operación comenzó a surfear?

Durante estos últimos 10 años he tenido una búsqueda de algún deporte que me hiciera sentir que lo puedo hacer a nivel competitivo, porque tengo alma de atleta y de deportista.

Aprendí a bucear, después hice kayak e intenté muchísimas cosas para poder realizar deportes para personas con discapacidad y hace como tres años fui a una clínica de ellos (Federación de Surf) y lo probé, inicialmente de pie y me encantó, pero me daba mucho dolor. Lo dejé de hacer y este año encontramos la forma de surfear acostada. Hace cinco meses fue que empecé a practicar más y más, y llegué al Mundial.

Tras cinco meses de práctica, una plata en el Mundial... ¿Cuál es el siguiente paso?

Por la parte médica, primero tengo que revisarme. Vine un poco afectada del Mundial. Si tengo luz verde, la intención es seguir y seguir y seguir entrenando e ir por el oro de la que es campeona de los últimos años.

“Competir a nivel mundial, desde que tengo memoria, siempre fue mi meta y yo pensé que ese sueño había sido truncado y el sábado logré cumplir un sueño. A veces, aunque uno mismo diga que no hay posibilidades, existen de alguna forma. Yo creo que esa es la meta, que más personas con cualquier tipo de discapacidad puedan soñar”.

Imagen cortesía de Surfing Nation Magazine.