Por Julio Naranjo 27 de mayo de 2014, 9:30 AM

Además de ser uno de los mejores tenistas de la actualidad, el serbio Novak Djokovic demuestra con gestos y humor su gran calidad humana.

Así lo dejó en evidencia el número 2 del mundo durante el torneo Roland Garros que se disputa en París.

Debido a la lluvia, el juego que disputaba contra Joao Sousa tuvo que ser suspendido algunos minutos.

Mientras esperaba sentado, uno de los recogepelotas lo cubría con una sombrilla y al verlo que se estaba mojando, Djokovic lo invitó a sentarse junto a él y que ambos se cubrieran.

Luego le regaló un refresco para que brindaran.

El gesto sin duda emocionó a los aficionados presentes, quienes rieron y aplaudieron cuando de paso realizaba sus acostumbradas bromas.