Por Yessenia Alvarado |16 de octubre de 2016, 6:00 AM

A 80 kilómetros de la capital, pasando el puente sobre el Tárcoles, y sin dejar de ver los cocodrilos en la orilla del río, llegamos hasta playa Tárcoles, para conocer a David Chacón Rojas.

Un tarcoleño que es pescador desde hace 24 años. Su proyecto cautivó al jurado de Motores de vida por los logros que este hombre de 49 años alcanzó para las familias de la zona.

En las aguas de esta playa existe el sustento económico para unas 5 mil familias que  dependen de  la pesca en Tárcoles, pero la pesca de arrastre que practican los grandes barcos industriales estaba dejando a estas familias sin ingresos.

El camarón blanco es el recurso marino que les permitía conseguir mayores ingresos, pero este había desaparecido por completo 

Como el suelo marino casi no ofrecía nada para pescar, David intentó convertirse en bartender en un crucero, pero su espíritu de pescador lo devolvió a Tárcoles y fue ahí donde decidió cambiar las cosas.

Lo primero fue convencer a los propios tarcoleños de que para regenerar la producción en el suelo marino habría que continuar con la pesca artesanal pero de manera responsable.

Estos atunes no van a llegar a ninguna mesa. Los marineros preparan cerca de 600 trocitos picando diferentes pescados. Estos se convierten  en anzuelos que  se colocan luego en estos ganchos que irán  colgados en la redes.

David fundó la red de áreas marinas responsables con ayuda de los pescadores artesanales del golfo de Nicoya,  pero quedaba lo más difíciL: detener a los grandes barcos industriales que estaban acabando con la producción en el suelo marino.

Así fue como inició una lucha que parecía inalcanzable durante años, para que esos barcos respetarán una cierta distancia a la hora de acercarse a playa tárcoles.

Lo logró, y no con la ayuda del Gobierno, si no con algo que hoy en día es poco común, con un acuerdo de palabra de caballeros. 

Los dueños de los barcos industriales se comprometieron con David a respetar una distancia de una milla al acercarse a tárcoles.

Y es que los resultados empezaron a florecer. Después de pasar 5 años sin ver un camarón blanco en esta playa. Ahora nuevamente se cosecha.

David convenció a los pescadores artesanales de que para evitar la extinción del camarón blanco, solo se puede atrapar en unos meses del año.

Doña Flor Morales, al igual que otras personas de Tárcoles, están muy contentas, pues estos cambios han logrado que nuevamente las mareas altas de la tarde, traigan consigo las deliciosas almejas, las cuales  también habían desaparecido por el arrastre.

Sin duda este candidato a Motor de vida logró reestablecer la pesca en la zona y así el sustento de económico, de miles de familias en el golgo de Nicoya.

Recuerde que usted puede ayudar a David con su voto ingresando a www.teletica.com.