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Kanté, la 'antiestrella' de Francia que vino de la periferia de París
Kanté hizo en su día pruebas en el Amiens, Le Mans, Rennes y Sochaux, que optaron por no darle la oportunidad que el tiempo ha demostrado que merecía

Por AFP Agencia |5 de julio de 2018, 2:29 AM
Su timidez le convierte casi en una 'antiestrella', pero su talento y su esfuerzo hacen de él una pieza clave para Francia en el Mundial, de cara a los cuartos del viernes ante Uruguay, y en todo un orgullo para el pequeño club de la periferia de París donde se formó, el JS Suresnes.
En ese modestísimo equipo, que juega apenas en la Regional 4, la novena categoría del fútbol francés, es un ídolo, un referente y un ejemplo a seguir.
Junto al defensa Adil Rami, Kanté es el único de la lista de 23 jugadores de Francia que no ha pasado por el centro de formación de un club profesional.
"N'Golo no se muestra mucho, así que no era visible para ser detectado" por los analistas de los grandes equipos, recuerda Pierre Ville, dirigente del Suresnes, en el que Kanté jugó de los 9 a los 18 años, sintiéndose cómodo pasando desapercibido, fiel a su carácter discreto y alejado de los focos.
Pierre Ville ha convertido la pequeña casita prefabricada que sirve de sede improvisada del equipo en un recuerdo del paso de Kanté por allí, con una camiseta suya de la selección francesa, que vistió en un partido contra Suecia, y recortes de prensa a la mayor gloria del actual jugador del Chelsea.
Recuerda que Kanté hizo en su día pruebas en el Amiens, Le Mans, Rennes y Sochaux, que optaron por no darle la oportunidad que el tiempo ha demostrado que merecía.
En cada una de esas ocasiones se decía lo mismo: N'Golo, con su 1,68 metros, era demasiado bajo, nada que ver por ejemplo con otro colega de su generación como Paul Pogba, que llega al 1,91 metros.
"No tenía nada espectacular, pero había algo, ya que a pesar de su pequeña estatura estaba en todos los balones", explica Pierre Ville.
Hubo que esperar a los 18 años, y a su paso al Boulogne-sur-Mer, entonces en National (3ª división francesa), para que el mundo profesional se interesara por primera vez por él. Tras un paso por el Caen (2013-2015) puso rumbo a Inglaterra, donde vivió el año glorioso del Leicester, con el título en la Premier League en 2016, y luego fichó por el poderoso Chelsea.
Un coche sobrio.
Baptiste Cousseau, responsable de los equipos femeninos del Suresnes, era capitán del primer equipo del Suresnes cuando Kanté llegó a su plantel. "A los 16 años, no muchos hubieran apostado que ese chico podía jugar un partido de cuartos de final del Mundial con la selección de Francia", sonríe, pese a que subraya que ya entonces demostraba estar muy por encima del resto de compañeros.
Pasado un tiempo, Baptiste sigue próximo al jugador del Chelsea y no ahorra elogios al hablar de su amigo, insistiendo mucho en su humildad.
"Me invitó con un amigo para que fuera a verle jugar a Londres. Al final del partido hizo una hora y cuarto de coche para llevarnos al aeropuerto. Así es N'Golo", cuenta Baptiste.
Discreto, modesto, tímido... Son palabras que se repiten constantemente cuando alguien habla de Kanté, que se aleja mucho del perfil de la estrella del fútbol moderno.
"Es alguien que vive desde lejos el star system. Sigue siendo como es, pese a que se siente inmerso en un mundo bastante excéntrico para él", estima Pierre Ville.
Prueba de ello es también la elección de su coche, un pequeño vehículo sobrio que nada tiene que ver con los bólidos deportivos último modelo que acostumbran a lucir sus compañeros de club o de selección.
El orgullo de Suresnes.
"Lo que hace que el club esté más orgulloso es que su personalidad no ha cambiado. Eso es algo en lo que yo, como educador, insisto mucho a los jóvenes", explica Mehdi Ariano, excompañero de equipo de Kanté y hoy formador en el JS Suresnes.
Igual que su hijo más ilustre, este equipo de la 'banlieue' parisina confía en mantenerse fiel a su filosofía: "Somos un equipo bastante discreto. Sabemos estar en nuestro sitio", afirma su presidente, Sylvain Porthault.
"Trabajamos ante todo para que los niños disfruten con el deporte", asegura Baptiste Cousseau, que como sus colegas tiene claro cuál es su función principal, sabedores de que casos como el de Kanté son improbables.
El Suresnes, eso sí, tiene que agradecer a Kanté una importante llegada de recursos gracias a las indemnizaciones por formación que recibió en 2015 cuando el jugador fue traspasado del Caen al Leicester.
También la oportunidad y visibilidad que Kanté ha dado al equipo: nueve de sus jóvenes fueron invitados a ver el partido contra Uruguay el viernes en el Elíseo con el presidente del país, Emmanuel Macron.