24 de septiembre de 2017, 15:42 PM

El tercer programa de la cuarta gala de #DancingCR no dejó corazón sin apretar y lágrimas que no hayan empapado mejillas y enrojecido los ojos.

Historias de vida de cada uno de los participantes -curtidas al calor del sufrimiento, la tenacidad por salir adelante, por romper estigmas sociales pero también aquellas felices pero todas con un final aleccionador- sacaron brillo a la pista de ballroom más famosa del país, que despidió a su primera pareja.

Harold Wallace abandonó el programa tras la ponderación de las calificaciones acumuladas de tres galas y el voto popular, aunque el destino se zanjó con un último baile contra otra aspirante que tampoco se vio favorecida con ambos votos: Johanna Ortiz.

Ambos zanjaron su suerte en el llamado Reto de las estrellas, y dos de los tres jueces apoyaron la permanencia de la expresentadora.

La salida de Wallace se dio arropada por los aplausos de los presentes en el estudio Marco Picado, en La Sabana.

“Me voy satisfecho de mi participación. Yo jamás imaginé que podía bailar tan bien. Le gradezco a Doña Paula que me dejara participar. Ya quiero que llegue el fin de semana para irme a bailar. A todos lo que me dieron el apoyo muchas gracias por creer en mí. Me van a hacer mucha falta”, dijo el exfutbolista.

Pero esta salida también marca un antes y después en esta temporada -lo mismo que en las pasadas tres-: a partir de ahora comienzan las salidas de las parejas y, por ello, cada una debe apostar por la excelencia, por mejorar y socar tuercas en las áreas señaladas por los tres jueces: Flor Urbina, David Martínez y Álex Acosta.

Si las tres primeras galas sirvieron para que las estrellas conocieran la pista, a su pareja y al público, a partir de ahora la competencia se tornará más dura.

Las parejas deberán poner de su parte, pero también su voto es indispensable, por lo que no deje de apoyar a su favorita con hasta siete votos al día en www.teletica.com.

Noche muy sensible

La tercera gala estuvo teñida de diferentes historias de vida de las parejas en competencia. Cada una escogió el año más significativo y cómo la marcó.

Natalia Carvajal escogió el 2008 porque fue cuando murió su tía Xinia Carvajal; Marcela Ugalde eligió el 2008 que fue cuando nació su hijo Emilio cuando ella tenía 37 años. 

Harold Wallace representó el año 2000 cuando nació su primera hija; por su parte, Daniel Carvajal representó el 2016, que fue el año cuando sufrió un accidente.

Víctor Carvajal bailó el tema 'Te amo' de Franco de Vita, que le sirvió de marco para plasmar el 2001: en momentos cuando él vivía en las calles, la vida le deparó a su actual pareja, José Acuña.

Johanna Ortiz quiso plasmar el año de su boda, el 2016; la chef Sophia Rodríguez regaló una oda a la vida y a la esperanza con su baile, al reflejar el 2016, año cuando le diagnosticaron un tumor del que salió victoriosa.

El exembajador estadounidense en Costa Rica, Stafford Fitzgerald Haney, transmitió lo que el 2015 le deparó en su vida: su designación como el más alto representante del gobierno de su país en esta nación centroamericana, pero también el diagnóstico del cáncer de mama de su esposa.

La periodista deportiva Adriana Durán representó el año 1991 con la canción Celebra la Vida, con la que celebró el nacimiento de su primer hijo y, aún más, siendo madre soltera y que ella aseguró no se trató de "un gol o una torta", sino una bendición.

Finalmente, Gustavo Gamboa escogió el 2008 porque cuenta que se acercó a Dios, que su amiga Vicky Campos se convirtió en su compañera de vida y, después, llegó su primer hijo Saúl, y ahora ambos esperan a Micaela.