Por Melissa Alvarado Barrantes |13 de julio de 2018, 11:09 AM

Sorpresivamente Croacia clasificó a la final de Rusia 2018.

El combinado dirigido por el técnico Zlatko Dalic, sea el segundo país menos poblado en jugar una final, solo por detrás de Uruguay. El territorio croata apena cuenta con 4.100.000 habitantes.

Con esta clasificación, se convirtieron, además, en el primer país de la exYugoslavia en llegar a una final de Copa del Mundo.

Con el encuentro ante Inglaterra, los croatas suman 630 minutos en el Mundial, el equivalente a siete partidos, cuando en realidad se han jugado solo seis, esto debido a las prórrogas en octavos, cuartos de final y semifinales. Acumulando 360 minutos en los últimos diez días.

Pero más allá de mostrar ser una selección aguerrida y llena de sorpresas, Croacia como tal, es una nación que se diferencia de las demás.

Como dato curioso, los croatas son conocidos como “el país de las 1.000 islas”. Contabilizan hasta 1.244 islas, islotes y peñascos, aunque únicamente 60 de ellas están habitadas.

En Croacia está la ciudad más pequeña del mundo. La ciudad de Hum tiene un total de 17 habitantes y está registrada así según el libro del Récord Guinness. Este mini asentamiento está ubicado en el corazón de Istria.

Para los amantes de los caninos, el perro dalmata también es croata. La raza es autóctona de este país, precisamente porque el nombre procede de la provincia histórica de Dalmacia, que es donde se criaban en el pasado.

Pero los croatas no dejan de sorprendernos ya que la corbata también es de esta nación.

El origen data del año 1660, cuando los jinetes del ejército croata usaban pañuelos de color negro al cuello.

Cuando los mercenarios croatas llegaron a Francia, a los franceses les llamó la atención este accesorio así que lo adoptaron en su vestuario y extendieron su uso al resto del mundo.

Cuando este domingo, Croacia juegue su primera final en Moscú usted tendrá una idea más clara de este país, así como también de su cultura.