Por Juan José Herrera |22 de marzo de 2023, 13:47 PM

La creciente ola de violencia que afecta a Costa Rica, y que tiene a todas las autoridades del país en busca de nuevas formas de combatir la inseguridad y el narcotráfico, llegó este miércoles a las páginas del prestigioso Washington Post, que hace eco de la nueva realidad del país.

“Costa Rica, relajada tierra del ‘pura vida’, sucumbe ante la violencia del narcotráfico”, titula el medio estadounidense, que viajó hasta Bella Vista de Puntarenas para retratar la nueva realidad tica desde la óptica de uno de los barrios más violentos del país.

“Costa Rica ha sido durante mucho tiempo un modelo de democracia progresista en América Latina, una nación que abolió su ejército en 1948 y reservó una cuarta parte de su territorio para la conservación. Cientos de miles de turistas estadounidenses y europeos vuelan anualmente para surfear, caminar por las selvas vírgenes y disfrutar del ambiente relajado de ‘pura vida’.

“Ahora, este antiguo refugio de tranquilidad está lidiando con un salto en la violencia, impulsado por un fenómeno poco comentado que está aquejando a varios países latinoamericanos. Alguna vez fueron simples estaciones de paso para las drogas ilegales que se dirigían a Estados Unidos o Europa, ahora están sufriendo sus propios problemas de abuso”, cita el rotativo.

En sus páginas aparecen la expresidenta Laura Chinchilla y varios de los jerarcas de Fuerza Pública, incluidos el director regional de Puntarenas, Randall Picado, y el viceministro de Seguridad y director de ese cuerpo policial, Daniel Calderón.

“La mayoría de los asesinados son niños”, dice Picado a la periodista, mientras le insiste que el principal problema de la zona está concentrado en los barrios, lejos de las zonas turísticas.

Sin embargo, las balaceras en el Paseo de los Turistas, corazón del cantón central, no son tampoco extrañas.

Ayer, por ejemplo, un colegial fue herido de bala por otro estudiante a las afueras del Liceo José Martí.

Y pese a que Costa Rica se encamina a romper un nuevo récord anual de homicidios, el artículo destaca que sus cifras aún no se acercan a las de otros países de la región como México u Honduras, con tasas de homicidios que ya llegan a 36 por cada 100 mil habitantes.

“El paraíso no está perdido”, dijo al 'Washigton Post', Randall Zuñiga, director del Organismo de Investigación Judicial.

Esta no es la primera alerta que surge en Estados Unidos con respecto a la creciente violencia en Costa Rica.

A inicios de este mes, la embajada norteamericana advirtió a los ciudadanos estadounidenses sobre los crecientes niveles de delincuencia, particularmente de delitos violentos, en Costa Rica y específicamente en San José.

“Por esta razón, la embajada desea recordarle la importancia de la seguridad personal y la conciencia situacional. Por su seguridad, siga las recomendaciones”, describía el aviso, que invitaba a mantenerse alerta, cuidar sus pertenencias y evitar caminar por las calles de noche.