Por Juan José Herrera |22 de febrero de 2021, 9:12 AM

Las autoridades de la Universidad de Costa Rica reconocieron este lunes los altos salarios que prevalecen en esa institución, pero insistieron en que son los menos.

El anuncio se hizo como antesala de la actualización en política salarial que esta mañana anunciará el Consejo Nacional de Rectores (Conare).

“No es aceptable que en la UCR se gane más por antigüedad que por mérito, ello genera la existencia de salarios que están fuera de límites razonables, son muy pocos pero existen” señaló Oldemar Rodríguez, vicerrector de Administración de la UCR.

Esas posturas surgen a raíz de la discusión de la reforma al empleo público que hoy continuará en la Asamblea Legislativa y que, entre otras, defiende incluir a las universidades públicas dentro de una escala salarial que defina sus límites y evite las altas remuneraciones.

Eso, además, provocaría que aquellos por encima de ese llamado salario único vuelvan a recibir aumentos hasta que el límite los alcance.

Conare, en un comunicado conjunto, advirtió que se opone a la reforma en defensa de la autonomía universitaria. Su anuncio de hoy se presenta como una alternativa que permita excluirlas del proyecto, una postura que algunos diputados defienden.  

A lo interno de la UCR las autoridades trabajan en la conformación de una comisión que estudiará la transformación de las escalas salariales. Un esfuerzo que completaría el trabajo que se ha venido realizado para contener el gasto por remuneraciones.

“Bajo”

La UCR aseguró hoy que el salario base en la institución es “bajo”.

Informó que unos 10 mil empleados en la actualidad reportan un salario promedio de ₡1.3 millones (datos a mayo de 2020), pero que otro 3% gana ₡4 millones o más.

“Estos corresponden en su mayoría a las personas con más de 30 años de servicio”, dijo la institución.

El problema, además de la cifra, es que la UCR admite que en la antigüedad la que eleva las remuneraciones hasta esas cifras y no el mérito.

La institución defendió que trabaja en ralentizar el crecimiento de sus salarios y que solo en 2020 consiguió una reducción de ₡2.300 millones en lo presupuestado para ese rubro, lo anterior como producto del congelamiento de plazas, limitación a tiempos contratados, limitación al pago de horas extra y específicamente se bajó la anualidad de 3,75% a 1,94% en puestos profesionales y a un 2,54% en puestos no profesionales.

También se congelo el escalafón y no se dieron aumentos por costo de vida en el 2020, ni se contempla hacerlo en el 2021.