Por Natalia Suárez |22 de diciembre de 2016, 1:54 AM

En el territorio indígena gnobe buglé, en San Vito de Cotobrus, conocimos a Arneto y su familia. Trabajadores como pocos, esforzados, orgullosos de lo que son y de donde vienen pero con condiciones económicas muy difíciles.

Una casa, que pese a que está cuidadosamente aseada, está llena de huecos donde traspasa la lluvia y moja los granos que guardan para comer todo el año.

Después de conocerlos era imposible no mover cielo y tierra para ayudarlos. Y hoy su sueño es realidad.

Observe esta hermosa historia en el video adjuntro.