Por Dudly Lynch 5 de febrero de 2020, 5:31 AM

Atenas, San Carlos, Guanacaste y diversas comunidades de Limón se han convertido en los lugares donde se reportan mayor robo de ganado.

Los cuatreros trabajan de manera organizada y atacan casi siempre en las noches o durante la madrugada.

Los casos incrementaron significativamente en los últimos.

En este panorama hay dos grandes perjudicados.

El ganadero y también las personas que consumen esta carne que podría ocasionar diversas enfermedades.

Estos animales fueron matados en potreros o en condiciones no adecuadas.

El Senasa cuanta con un moderno equipo que determina el ADN de la carne y que se puede comparar con otras partes del ganado que quedó en el matadero clandestino o en las fincas y así se determina si la carne es robada.

Los finqueros que son víctimas del hampa deben interponer la denuncia lo antes posible.