Por Eric Corrales |Por Dudly Lynch |20 de agosto de 2021, 23:29 PM

San Mateo de Alajuela celebra con orgullo los 100 años de don Rubén Ballestero Gutiérrez, quien nació un 19 de agosto de 1921.

Este agricultor es comparado con un roble, ya que a sus 10 décadas no usa lentes, es muy autosuficiente y, como él mismo dice, “tiene un oído y vista como de chiquillo de 15 años”.

“Estamos felices de tener a mi tío, él ha compartido conmigo sembrando todo lo que es la parte campesina, a sus 100 años él es muy independiente, no se deja que le hagan nada, él todo lo hace solito”, relató su Víctor Ballestero, su sobrino.

Don Rubén ha vivido toda su vida en la comunidad de Labrador y recuerda que él nació en la administración del Gobierno de Julio Acosta. Se casó a los 27 años y cuatro años después su esposa murió, le tocó criar a sus tres hijos solo.

Asegura seguir a la Liga Deportiva Alajuelense y cuenta cuánto pagó su papá por su primera yunta de bueyes. Hasta hace un año atrás aún sembraba la tierra, la dejó porque a sus 99 años le salió una hernia.

“Yo tenía una carreta y trabajaba con bueyes arando, jalando postes y de todo, mi yunta de bueyes le costó a mi papá 250 colones, en aquellos tiempos. Ahora con ese dinero no se compra ni el rabo de un buey, soy liberacionista del 48, pero eran otros tiempos, ahora ya no voto por ninguno”, dice entre risas.

Su hermana doña Gladys Ballestero, de 88 años, asegura estar muy agradecidas con Dios de que esté cumpliendo 100 años. Lo mismo relata su vecina, doña Denia Calderón Acuña.

“Estamos disfrutando con la persona más longeva de nuestro pueblo Labrador, ha sido un ejemplo, un ser respetable, honorable, nos enorgullece compartir con él sus 100 años, que para nosotros es muy importante, ha sido un antes y un después lo que es el pueblo con él, es una historia en vida, un regalo que muchos quisieran, llegar a la longevidad de don Rubén”, contó doña Denia de 55 años.

Luego de enviudar a los 40 años, crío a sus tres hijos con orgullo y actualmente vive solo en una casita de madera que el mismo construyo hace 80 años, es la típica casita de aquellos años, todos sus hijos ya murieron, él se baña solo, se cocina y hace los quehaceres del hogar, aunque todos los días es visitado por sus otros familiares y vecinos.

La comunidad le celebró con mariachis y queque, esperando que este “joven roble” siga cumpliendo muchos años más.

Colaboración de Douglas Chavarría Molina para Teletica.com