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Recargar en dos ministros la reactivación económica es temerario y arriesgado, afirman expertos

El presidente Carlos Alvarado designó a Pilar Garrido (Mideplan) y André Garnier (Enlace) para sustituir a Edna Camacho en la tarea, que representará al país ante el BID

Por Juan José Herrera |17 de mayo de 2019, 11:47 AM

La renuncia de Edna Camacho como ministra de Coordinación Económica dejó en manos de dos ministros una de las grandes deudas del primer año de la administración de Carlos Alvarado: la reactivación económica.

El presidente anunció este jueves que tras la elección de Camacho como representante de Costa Rica ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), serán Pilar Garrido (Mideplan) y André Garnier (Enlace con el sector económico) los encargados de ejecutar los planes que desarrolló la ministra saliente en esa materia.

Esa obligación les llegará como un recargo, una movida que los expertos consideran temeraria y arriesgada.

“Desde mi opinión personal me parece que es un tema muy sensible y complejo para apostar a ese tanteo y error, probablemente hubo factores que yo no conozco que aceleraron este proceso de cambios. El Presidente dice que salió la oportunidad porque el puesto en el BID quedó disponible, pero no creo que eso uno lo conozca de ayer para hoy.

“Me parece que es temerario y arriesgado considerando que es un tema de esta complejidad y sensibilidad”, advirtió el analista político Sergio Araya.

“Con esta designación no están identificando el Presidente nuevas personas que lo puedan ayudar en el Gabinete, sino que está recargando a los que ya tienen, un aspecto que no es saludable apenas a un año de funciones.

“Al recargar a funcionarios les diluyen su gestión en términos de muchas responsabilidades, no digo que en el consejo económico tendría que haber traído a alguien nuevo, pero sí que le está costando identificar personas que le puedan ayudar”, criticó a su vez el también experto en políticas públicas Alejandro Barahona.

En el anuncio de su salida Camacho aseguró que deja construidas las bases para esa reactivación; sin embargo, esa ejecución podría no ser tan sencilla para los ministros que llegan, pese a que son cercanos a la función.

“Pareciera que otros van a cosechar lo que se sembró, que otros serán los que ejecutarán lo que ya está trazado y que para esta parte no era tan importante entonces la presencia de ella, aunque igual pueden salirse de lo trazado y cambiar el rumbo, pero por tratarse de quienes se trata no se debería notar ese cambio”, aseguró Araya.

División

La salida de Camacho del gabinete de Carlos Alvarado también genera dudas sobre el resquebrajamiento que muchos señalan del llamado “gobierno de unidad” y la alianza entre el Partido Acción Ciudadana (PAC) y la Unidad Social Cristiana (PUSC).

“Doña Edna llegó a partir de un acuerdo y sin una cartera a su cargo, ella llega cercana a Rodolfo Piza quien en los últimos anunció su futura salida. Eso debilita su posición en el gabinete y también al equipo que llegó bajo esa alianza.

“El Gobierno presenta la salida de doña Edna como un traslado, no se trata de una renuncia como tal sino aceptar otro puesto y le da el margen al Presidente para recargar a una de sus ministras (Garrido proviene del PAC) de la coordinación del sector económico, eso le da un balance a ese equipo económico que todos sabemos está más cerca de Rodolfo Piza y el Partido Liberación Nacional”, analizó Alejandro Barahona.

Para Sergio Araya esto también es una prueba de que conforme avance la actual administración, la cantidad de figuras del PUSC en el gabinete irá disminuyendo.

“Para mí esta es la forma en que ambos partidos van a ir desligándose de esa alianza. Esto fue un ejercicio que al principio se vendió con mayores expectativas de las que logró.

“Desde el primer momento el gobierno no funcionó en esa dirección, los partidos no se involucraron institucionalmente en el Gobierno, sino que dejaron por la libre a sus militantes que así lo quisieran”, puntualizó.