Por Juan José Herrera 12 de agosto de 2025, 15:45 PM

La semana anterior, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al mundo con la noticia de un arancel del 100% a las importaciones de chips y semiconductores.

Aunque esa decisión sigue sin ponerse en el papel, su solo anuncio causa estrés en el sector exportador costarricense, especialmente por la falta de claridad sobre sus alcances y el impacto que podría tener en una industria que, hasta hace muy poco, prometía convertirse en un foco central de inversión en el país.

“Si bien nuestra principal recomendación ha sido esperar la comunicación oficial por parte de la Casa Blanca, efectivamente la afectación y la incertidumbre ya se nota en el sector exportador.

“Sin embargo, es importante aclarar que el anuncio del gobierno estadounidense se hizo en términos de manufactura de microprocesadores y semiconductores, que no son lo mismo, y que aunque Costa Rica sí tiene exportación de ambos, la industria aquí es más relevante en términos de los servicios asociados, servicios a las cadenas de suministro, compras para operaciones globales de estas empresas, servicios empresariales o de investigación y desarrollo”, aclaró Lena Castro, directora ejecutiva adjunta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).

Para Castro, es importante también dimensionar que del 100% de las exportaciones en Costa Rica, el sector eléctrico y electrónico representa un 5%, mientras que en ese porcentaje los circuitos integrados ocupan un 5,5%, por lo que el total de participación ronda el 0,25% de las exportaciones totales del país.

“Si estamos hablando de los semiconductores, para el 2025 las exportaciones no llegan al millón de dólares, por ejemplo. En cuanto a microprocesadores o circuitos integrados, la exportación sí es en un volumen un poco mayor, para el 2025 son $21 millones con un volumen aproximadamente de las 42 toneladas”, añadió la directora.

Aun con esa participación minoritaria, Castro recordó que sin los datos oficiales es difícil medir los alcances de la decisión y su impacto potencial en la industria costarricense, especialmente por las diferencias que hay en términos de manufactura y servicios.

“También hay muchos otros servicios encadenados a la industria, no solamente es la industria como tal, hay que pensar en que esos aranceles traerían un aumento de costos para cualquier operación, que dependiendo del músculo, de la organización, pueden trasladarlo a absorber de alguna u otra manera, o al final trasladarlo a consumidor final, etc.”, añadió.

El otro punto importante es que el anuncio de Trump también llega en medio de noticias como las que Intel y Qorvo, dos empresas del sector de semiconductores, anunciaron días atrás, específicamente por el traslado de operaciones a países asiáticos.

A eso hay que sumarle, según Castro, el impacto que tiene en el sector exportador, la apreciación del colón frente al dólar o los efectos de la crisis educativa en el país luego de la pandemia del COVID-19, los problemas en infraestructura vial y la pérdida de competitividad.

“Este es un sector resiliente en el sentido de los constantes retos que afronta el exportador para colocar sus bienes o servicios afuera, compitiendo contra el mundo, lo que le obliga a constantemente estar buscando otras soluciones innovadoras.

“Nosotros visualizamos, desde la cámara, que este es un año donde se va a poner a prueba esa resiliencia del sector y su capacidad de diversificarse en productos y mercados”, reconoció la directora.

Y aunque el primer semestre de este 2025 cerró con un aumento del 14% en las exportaciones, que representa un crecimiento de alrededor de $11 mil millones, Castro recordó que muchos de esos contratos se pactan meses antes, por lo que la verdadera fotografía del estado del sector se conocerá hasta 2026.

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