Por Juan José Herrera |4 de octubre de 2021, 16:59 PM

La investigación periodística de los “Pandora Papers” volvió a poner sobre la mesa el tema de las “offshore”, empresas u operaciones que personas o compañías crean en otros países con diferentes finalidades.

El nuevo escándalo internacional nombra a corporaciones y empresarios costarricenses dentro de sus hallazgos, precisamente por el uso de estas empresas en algunos países calificados como "paraísos fiscales" o "no cooperantes".

¿Pero son todas ilegales?  

El director de Tributación, Carlos Vargas, explicó esta tarde en una amplia entrevista con Teletica.com qué se puede y que no se puede hacer con el uso de estas estructuras.

Vargas precisó que, desde el punto de vista fiscal, cualquier operación legítima con un fin económico real puede justificar el uso de una “offshore” por razones de competitividad, desarrollo o conveniencia.

“Por ejemplo, una empresa que exporta bienes a veces crea otra vinculada en otro país para recibir bienes que produce y así tenerlos en stock más cerca de posibles o futuros clientes, de manera que así pueda entregarlos más rápido y convertir esto en una ventaja competitiva”, aclaró.

Sin embargo, subrayó, todo esto debe legitimarse y probarse como una operación económica real.

¿Qué no se puede hacer con una “offshore”?

“En algunas ocasiones, con estas filiales ya no se busca una razón económica real, porque yo podría tener una empresita con un funcionario y lo que busca es diluir la operación por esa vía, obviamente ahí la razón no es de negocio, no busco competitividad ni eficiencia, sino simplemente tratar de trasladar parte de mis utilidades a esa jurisdicción porque tiene una tributación baja o nula, o bien para tratar de generar un mayor gasto que el real, entonces puedo inflar gastos por esa vía para obtener un beneficio fiscal no autorizado”, explicó.

A manera de ejemplo, Vargas planteó la posibilidad de un hotel cuya habitación cuesta $100, crea una empresa subsidiaria en otro país a la que le cobra $50 por esa habitación y esta a su vez la vende en $100, pero la empresa en Costa Rica solo reporta ingresos por la mitad de esa tarifa.

“Entonces se dejó la mitad del costo real y posiblemente toda la utilidad se quedó en el país intermediario, diluyó el ingreso esperado con el fin de recortar el impuesto de renta. Ahí es donde solo teniendo información de ese país tercero puedo tener la información para comprobar y cobrar ese impuesto”, dijo.

Vargas precisó que en el caso de los Pandora Papers, Hacienda conoce de algunos casos e investiga otros, aunque no ahondó en nombres o mayores detalles.

Insistió, además, que el uso de una empresa "offshore" no supone una ilegalidad, pero sí genera alertas precisamente sobre su fiscalización.

Puede repasar la entrevista completa a continuación.