Por Luis Jiménez |30 de enero de 2020, 11:08 AM

Costa Rica fue testigo y parte esta semana de la primera Conferencia Panamericana de Energía Marina (PAMEC 2020), la cual reunió a 115 expositores de 18 países, quienes analizaron los avances de investigaciones sobre el aprovechamiento de la energía marina para la generación eléctrica.

La energía marina es generada por el movimiento de olas, mareas y gradientes de temperatura, así como por la salinidad de los océanos y el viento que los recorre.

Pero ¿puede Costa Rica aprovechar la energía de sus mares para producir electricidad?

El país cuenta con algunos puntos calientes que serían aptos para la generación eléctrica por su oceanografía, ubicación y geología. Se ubican en el Pacífico Norte, Central, Sur y el Caribe Sur.

“Costa Rica tiene a la fecha una condición de suficiencia de suministro eléctrico, por eso ni a corto ni a mediano plazo pensamos en aprovechar la energía marina. Primero necesitamos generar muchos suministros, infraestructura costera, adaptación social, entre otras cosas, para poder colocar estas granjas marinas eólicas”, señala Rodrigo Rojas, investigador del Área de Planificación y Desarrollo Eléctrico del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Actualmente, Costa Rica estudia el potencial eólico marino en un sector del Pacífico Norte, con una investigación llamada “Punta Descartes”. Además, la Unidad de Ingeniería Marítima de Ríos y Estuarios (IMARES) de la Universidad de Costa Rica (UCR), y el Laboratorio e–Wave del Tecnológico de Costa Rica (TEC), exploran cómo aprovechar esta fuente en el país.

“Si bien el país tiene asegurada su generación renovable para los próximos años, PAMEC es un espacio para ampliar el conocimiento de las fuentes no convencionales desde la comunidad científica y académica, como alternativa futura de producción eléctrica limpia”, explicó Marco Acuña, gerente de Electricidad del ICE.

Esta nueva tecnología para el desarrollo humano es una imitación de la energía eólica que se coloca en lugares con potencial de viento. Se utilizan sistemas anclados a 50 metros hacia el fondo del mar y otros que son flotantes; el primero genera más megavatios que el segundo.

El investigador Rodrigo Rojas, afirma que en un plazo de 10 a 15 años se va a colocar en la retina de los costarricenses el nuevo mapa energético marino nacional y a partir de ahí esta tecnología estaría más cerca de ser una realidad.

“Estamos ante un nuevo paradigma energético para el desarrollo de nuevos ingenieros que tomarán el liderazgo del desarrollo de este mapa energético marino. Aplicaremos ciencia, innovación y tecnología para el beneficio de todos y de los que no han nacido”, agrega Rojas.

Además, señaló que “en los próximos años podríamos experimentar las primeras granjas eólicas marinas desde México hasta América del Sur”.

Durante la primera Conferencia Panamericana de Energía Marina 2020 se vio todo lo relacionado con los retos en el desarrollo de energía del océano no solo en Costa Rica sino para el resto del mundo.