Pasan los días y el PANI aún no tiene presidente interino
Tras la renuncia de Gloriana López, el pasado lunes, el Poder Ejecutivo confirmó que el jerarca todavía no ha sido nombrado. De momento, la institución no tiene un mando.
Han pasado cuatro días desde la renuncia de Gloriana López, expresidenta ejecutiva del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y exministra de Niñez y Adolescencia, y la institución aún no cuenta con un jerarca interino.
Tras varias consultas de Teletica.com, la oficina de prensa del PANI aseguró que aún no han sido informados por parte del Poder Ejecutivo sobre este nombramiento temporal. Por ahora, las gerencias están asumiendo las decisiones urgentes.
Por su parte, Presidencia también confirmó a este medio que todavía no se ha tomado la decisión del jerarca interino.
"En cuanto se nombre a la persona, se anunciará", indicaron en dos oportunidades.
Pablo Chaverri, del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (Ineina) de la Universidad Nacional (UNA), se refirió al tema e indicó que esto trae varias repercusiones a la institución; pero, principalmente, a los menores de edad del país.
Asegura que, en este momento, Costa Rica carece de una política nacional de niñez y adolescencia que articule estratégicamente el conjunto de las instituciones, organizaciones no gubernamentales y el sector privado.
Esta ruta se debe elaborar en el Consejo Nacional de Niñez y Adolescencia, pero previo a la salida de la jerarca no se estaban reuniendo, algo por lo que ya se les había llamado la atención. Ahora, el sector teme que la reunión se atrase mucho más.
"Sin la figura de ministro o ministra es ahora menos probable que el órgano active sus sesiones, en momentos que están urgiendo para atender e, incluso, rescatar a niños y niñas en condiciones vulnerables”, dijo.
Además, ven como una regresión todas las decisiones que se tomarían en el futuro a falta de estas políticas.
"Se crea una ambiente de incertidumbre en un sector vital para el desarrollo nacional. Costa Rica tiene que entender que las políticas no pueden seguir moviéndose desde la lástima, sino desde una percepción de integridad”, concluyó.


