Para blindarse del narco, APM Terminals reubica planificación y monitoreo fuera del puerto
La terminal prepara una nueva barrera para descartar a los traileros no autorizados o sin cita.
La posibilidad de que algún empleado fuera amenazado, presionado o sobornado por el crimen organizado llevó a que dos importantes oficinas fueran sacadas de las instalaciones de APM Terminals en la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), en Limón.
Esta determinación tuvo como objetivo el mitigar riesgos asociados a la operación del puerto y el interés que narcotráfico tiene en este, en su ambición por “exportar” droga a Europa o Estados Unidos.
"Hay algunos aspectos de las seguridades de la terminal que son material restringido y tampoco todo el mundo tiene ni debe tener acceso a ello. Por lo tanto, en su día, se decidió hacer algunas reubicaciones de procesos que la terminal con anterioridad hacía aquí mismo.
"Por ejemplo, la planificación está fuera del país, el monitoreo de cámaras está en el país, pero no en Moín. En ese sentido, creemos que esto es saludable para que las operaciones estén mayormente resguardadas", explicó en entrevista con Teletica.com el director general de la empresa concesionaria, José Rueda.
La idea es que, de esta manera, quienes se encarguen de la vigilancia o la logística de las operaciones del puerto hagan su trabajo desde una ubicación segura y alejada.
Una muestra del interés que existe en la terminal de parte del narcotráfico se pudo palpar recién el lunes pasado, cuando la Fuerza Pública detectó tres toneladas de cocaína que viajaban ocultas en un contenedor de fruta fresca que iba a ser enviado al puerto de Amberes, en Bélgica, pero que tenía como destino final un puerto en Países Bajos.
Este es el decomiso de droga más grande que se ha realizado desde que en esa terminal entró en funcionamiento la Operación Soberanía, el 13 de julio de 2023. Desde entonces, la Policía ha logrado la incautación de 13 toneladas de la droga que intentaron ser sacados en contenedores de mercancías lícitas.
Precisamente, los tres escáneres utilizados para identificar la droga que viaja oculta en los contenedores de exportación fueron adquiridos por APM Terminals, como una inversión que busca bajar el riesgo de contaminación de mercancías; una situación que mantiene a Costa Rica como un punto importante en el transbordo de cocaína salida de Sudamérica con destino a Europa, como recientemente destacó el International Narcotics Control Strategy Report 2025 del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Estos aparatos han abarcado casi la mitad de los $13 millones que la compañía ha invertido de forma voluntaria en medidas de seguridad, según Rueda.
Nueva barrera
La Terminal de Contenedores de Moín tiene que cumplir, de entrada, con el Código PBIP, un conjunto de normas internacionales diseñadas para mejorar la seguridad de los buques y las instalaciones portuarias.
Sin embargo, también cuenta con un sistema cerrado de televisión que se reforzó con una cantidad mayor cámaras (30% adicional). También se efectuaron inversiones para la vigilancia con inteligencia artificial y nuevos sistemas de control de acceso biométrico (50% más).
De la mano con lo anterior, está previsto que para el primer cuatrimestre del próximo año esté culminado el proyecto “Lima”, el cual constituye una puerta de acceso que contará con un sistema para la identificación de los traileros que llevan las mercancías al puerto.
"Hemos hecho multitud de inversiones en sistemas de control de acceso. Y usted me preguntaba qué viene ahora. La que tenemos ahora mismo en marcha es un sistema de control de acceso a través de la base de datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) que nos dará una fiabilidad del 100% sobre la identidad de las personas que acceden a la terminal", comentó el director general de APM Terminals, José Rueda.
El mismo incluirá una herramienta de reconocimiento biométrico que determinará si la persona indicada en la cédula es la misma que intenta hacer ingreso a la terminal.
Así, esta nueva estructura podrá rechazar la entrada de ese conductor en caso de identificar alguna anomalía y obligarlo a hacer un retorno, sin que llegue a entrar a las instalaciones portuarias.
"Hoy esto es complicado porque el diseño que tiene la terminal hace que inevitablemente el camión deba entrar. Luego lo puede sacar, pero es un problema.
"Con este sistema lo que vamos a conseguir es que cuando haya un acceso no adecuado, puede ser por cita, por identificación, por error en el número del contenedor, por cambio del camión (...) Entonces en esos casos el camión no podrá acceder como ocurre en la actualidad y tendrá que dar una vuelta", explicó el vocero.
De esta manera, y de la mano con la atención agendada (95 citas por hora), se espera lograr una descongestión de la Ruta 257 (que lleva de la 32 al puerto), que en ocasiones se llena de transportistas que llevan los contenedores a la terminal.
Valga recordar que en el puerto se realizan alrededor de 1.900 transacciones diarias, según datos de la compañía.