Por Luis Jiménez |27 de enero de 2024, 8:58 AM

Fiorella Batista es una joven de 25 años, quien llegó al Hospital La Anexión de Nicoya, Guanacaste, el 26 de diciembre de 2023, embarazada de su primer hijo y con un dolor pélvico. Por esa razón, fue ingresada al área de Maternidad.

Luego de que en el centro médico le realizaran un ultrasonido, decidieron dejarla internada porque el cuello del útero, al parecer, tenía un tamaño de 17 centímetros y debía de tenerlo en 25, por las 21 semanas de gestación (cinco meses y una semana) que tenía.

Batista conversó con Teletica.com y denunció que la ginecóloga y otros médicos no tomaron en serio su caso porque, según dice, "ellos pudieron hacerme un cerclaje para poder continuar con el embarazo".

“La ginecóloga me dijo que debía tomar un antibiótico por siete días, que eso supuestamente me iba a ayudar a llegar a los 25 centímetros que necesitaba mi cuello del útero, de ahí me pusieron en 'área de amenaza de aborto' y nadie llegaba a verme, solo las enfermeras a ponerme el medicamento. Yo le dije a la doctora si podían hacerme el cerclaje para poder continuar con mi embarazo, pero fui ignorada y me pasaron a salón de Maternidad”, contó Batista.

Un cerclaje cervical es un procedimiento terapéutico que consiste en estrechar el cuello uterino con un hilo metálico o de nylon. Se usa en casos en los que existe un riesgo de aborto debido a que el cuello uterino se encuentra ligeramente distendido.

“El 29 de diciembre empecé con contracciones toda la noche, avisé a las enfermeras y no me decían nada, fue hasta al día siguiente, el 30 de diciembre, cuando llegó la ginecóloga y le comenté sobre mis contracciones; me hizo tacto y lo único que me dijo fue: ‘Lo siento, no puedo hacer nada, tiene que dar a luz a su hija y ella va a morir porque no hay incubadoras para bebés prematuros’. En ese momento, mi mundo se vino encima.

“La ginecóloga lo único que dijo fue: ‘Pónganla en el cuarto de aislamiento’, así que ahí me quedé con mi mamá y mi esposo, con muchas contracciones, y di a luz a mi hija completamente sola, nada más con mi esposo, que me acompañó en ese cuarto. A los minutos llegaron las enfermeras y me dijeron que mi hija estaba viva, trataba de respirar, pero a la hora falleció en mis brazos”, manifestó la asegurada.

Fiorella Batista; mujer asegura que perdió a su bebé por negligencia médica
Fiorella Batista durante su embarazo.

La joven también dijo haber escuchado que una de las enfermeras le decía a otra que para qué gastaba utensilios si la bebé iba a morir.

“Fueron momentos de mucho dolor, mi esposo y yo quedamos paralizados al escuchar todo lo que decían las enfermeras. Después del parto, me dejaron estar con mi hija el tiempo que yo quería para despedirme y de ahí me tenían que hacer un legrado porque me quedaron restos de placenta; sin embargo, la operación me la hicieron hasta el 2 de enero de 2024 porque no había equipo de recuperación”, explicó Batista.

¿Qué dice el hospital sobre este caso?

Este medio consultó a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) sobre este caso y, tras varios días de espera, el doctor Martín Reyes Salinas, jefe de Ginecología del Hospital La Anexión, contestó lo siguiente:

“Nos encontrábamos ante una femenina de 25 años, quien ingresó por una amenaza de aborto (se le inicia tratamiento con progesterona para tratar de ayudarle a evitar la pérdida del producto); sin embargo, en estas edades gestacionales el manejo que se da es expectante.

“Me imagino que ella refiere que estaba en un aislado (cuarto), y claro, es el lugar que toda maternidad debe de tener según el protocolo de pérdida gestacional temprana, el cual se encuentra vigente, y señala en su pág. 62 que debe de estar señalizado con mariposas azules, que es la señal de que estamos ante la presencia de una usuaria con pérdida gestacional, es decir, de duelo”, dijo Reyes.

El médico ginecólogo aseguró, además, que "el protocolo también indica que estas pacientes no pueden estar en el mismo sitio de madres en pospartos con recién nacidos, así como tampoco con pacientes gestantes, esto con el fin de no victimizarlas".

Fiorella Batista vive con su pareja en Nicoya y, después de todo lo que vivió, manifiesta que los médicos le dijeron que lo que tuvo fue una infección en el cuello uterino, sin embargo, asegura que nunca le llegaron a explicar lo que revelaron los resultados de los exámenes, ni se los presentaron.

Otro caso en el Hospital de Nicoya

Isabella del Milagro Gutiérrez Herrera, la bebé prematura nacida el lunes 8 de enero de 2024 en el Hospital de La Anexión, es otro caso donde aparentemente se presentaron condiciones de supuesta negligencia médica.

Luego de cinco días de lucha tras nacer prematuramente a las 25 semanas de gestación, falleció la mañana del viernes 12 de enero.

Angie Herrera, la madre de Isabella del Milagro, acudió a las redes sociales para denunciar que el centro médico prácticamente desahució a la menor y no solo le negaron el traslado a otro hospital, sino que también le negaron el oxígeno.

Horas después de que los medios de comunicación dieran la noticia, el centro médico la trasladó hasta el Hospital Monseñor Sanabria en Puntarenas donde murió días después.

La familia de Isabella y la presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel, anunciaron que denunciarían penalmente el caso.

​El Sindicato Nacional de Enfermería y Afines (Sinaes), así como el Colegio de Médicos y Cirujanos (CMC) también anunciaron la apertura de investigaciones sobre lo ocurrido.

Para la Fundación de Padres de Niños Prematuros (Fundaprema), hasta la misma reacción del director del Hospital de Nicoya, Óscar Méndez, fue inaceptable.

Youtube Teletica