Por Juan José Herrera |26 de septiembre de 2022, 11:53 AM

Contra todo pronóstico, el magistrado de la Sala Segunda, Orlando Aguirre, se convirtió este lunes en el nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Aguirre consiguió 12 de los 22 votos de la Corte Plena, la cantidad mínima para ganar la elección.

Su nombramiento es cuando menos sorpresivo si se toma en cuenta que durante las 15 rondas de votación previas nunca había sumado más de tres votos.

Ese cambio de dirección a lo interno de la Corte se explica por la también sorpresiva renuncia de Luis Fernando Salazar a la carrera por la presidencia, una que había liderado en las rondas previas y a la que desistió hoy argumentando la urgencia por tomar una decisión y empezar a trabajar.

Esa decisión, que parecía le dejaba a Patricia Solano el camino libre hacia la presidencia en virtud de que había sido ella la otra propuesta más votada, al final fue clave para impulsar el nombre de Aguirre.

La nueva cabeza del Poder Judicial reconoció la complejidad en que asume el cargo, por un lado, con las presiones por contener el gasto en detrimento de la independencia judicial y por el otro con el rezago histórico que ese poder de la República enfrenta en materia de ejecución y funcionamiento.

“Trabajaré en defensa de los intereses institucionales, para que las medidas afecten en lo mínimo la función esencial del Poder Judicial, cuál es la administración de justicia (…) 

"En relación con lo segundo, es menester trabajar en poner al día la Corte, cumpliendo cuanto antes todos los pendientes, entre ellos los nombramientos en la Fiscalía General de la República, miembros del Consejo Superior del Poder Judicial, en algunas Direcciones y en el Tribunal Supremo de Elecciones”, había dicho Aguirre días atrás.

La Corte Plena necesitó 19 rondas de votación y la renuncia de dos candidaturas para conseguir elegir al sucesor de Fernando Cruz, quien había dejado vacante el puesto desde julio anterior.