Por Natalia Jiménez Segura |16 de marzo de 2021, 12:55 PM

Que sean niñas, de piel clara y sin antecedentes de abuso o adicciones: esas son algunas solicitudes frecuentes entre las familias que optan por un proceso de adopción en el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).

La cultura adoptiva en Costa Rica no responde totalmente a los requerimientos de protección de los niños, dicen las autoridades. A pesar de que ha ido abriéndose camino en los últimos años, no ha sido suficiente.

Según explicó Jorge Urbina, coordinador de Adopciones del PANI, el perfil de los menores está en un rango de edad de 0 a 5 años y prefieren mujeres sobre hombres.

Además, el trámite es restrictivo si hay abusos de por medio, y sigue existiendo miedo a niños con antecedentes familiares psiquiátricos.

“Hay temor a los niños y niñas en condición de discapacidad, hay poca opción en términos de niños o niñas que tienen enfermedades crónicas, hay alguna restricción con antecedentes de drogas y alcohol”, contó Urbina.

Esto, según el experto, genera que no haya sincronía entre niños y familias, afectando a ambas partes.

“Pese a que tenemos una demanda importante de familias nacionales con deseo adoptivo, no hay una sincronía entre el deseo de las familias y lo que realmente manejamos nosotros en términos de perfil de los niños que necesitamos ubicar en una protección familiar”, dijo el funcionario.

Los niños que llegan al PANI y se someten a procesos de adopción tienen historias complejas, traumas, son víctimas de negligencia, entre otros.

A la hora de adoptar, las familias costarricenses prefieren a niños con piel clara, en vez de chicos con etnias indígenas o afrodescendientes.

“Va muy lenta la lista”

En algunas ocasiones, ha sido habitual escuchar a familias que se quejan por el tiempo de espera de la adopción; pero, según explicó Jorge Urbina, va muy de la mano con el perfil que buscan.

Entre más “estrictos” sean, más durará el proceso. Incluso, puede que nunca culmine.

“Las familias que tenemos en el registro solo resuelven como un 63% de esos niños por temas de perfil. Eso tiene un impacto sobre las familias: un 50% de las familias del año se quedan sin esa ubicación”, indicó.

El coordinador aclaró que no existe “una lista de espera”. Lo que hay es un formato de elegibles y se busca la compatibilidad con el menor de edad.

“La adopción no es solo responder a mi deseo adoptivo o a mi necesidad parental, sino responder prioritariamente a la necesidad de protección de los chicos”, agregó.

¿Cómo podría mejorar la cultura de adopción?

Actualmente, el PANI realiza una entrevista de introducción y un taller reflexivo, con el objetivo de crear consciencia en las familias.

Sin embargo, va más allá de eso: es un tema de educación, formación social y cultural en Costa Rica.

Un ejemplo de esto es la adopción internacional. Esta se aplica únicamente cuando las opciones en nuestro país ya se agotaron. Según Urbina, fuera de nuestras fronteras están más abiertos en términos de perfil.

"Tienen culturas y formaciones educativas en términos de adopción un poco distintas a las de nuestra sociedad. Son mucho más abiertos, están más claros de cuál ha sido el camino de los chicos que llegan a un proceso de adopción, de qué pueden esperar, hay un componente muy fuerte en cuánto a la protección del niño, más que resolver mi deseo de paternidad o maternidad”, contó el jerarca.

Actualmente, este mecanismo resuelve alrededor de un 18% de las adopciones anuales.

Durante el 2020, 113 menores fueron colocados en familias de adopción, de las cuales 95 fueron nacionales y 18 internacionales.

Proceso de adopción

El proceso de adopción es centralizado, ya que las oficinas centrales llevan el tema en todo el país.

En resumen, los pasos a seguir son los siguientes:

  • Se realiza una solitud.
  • PANI hace una entrevista personalizada inicial.
  • Se hace un taller reflexivo.
  • Se les entregan los requisitos.
  • Se abre el expediente si cumplen con los requisitos.
  • Se hace una valoración integral, psicosocial y de salud de la familia, que dura unos seis meses.
  • Se valora si la familia puede ingresar al registro de elegibles.
  • Se inicia el proceso de compatibilidad.

Según Urbina, no hay un tiempo definido, puesto que el perfil que seleccione la familia tiene gran relevancia.

Para los menores, el promedio de tiempo que duran en llegar a una familia es de un mes y medio.