Por Adrián Marín |29 de abril de 2016, 5:49 AM

Con mucha alegría y esperanza, Sofía Escalante se recupera del trasplante de médula que le hicieron para superar el cáncer en la sangre. Ella  se dio a conocer cuando hacía pulseras mientras estaba internada, para ayudar al hospital de Niños.

Sofia, amante del baile, del herediano y su familia y de su pez medulito, que le puso así por su reciente trasplante de medula tiene 12 años y está en pleno proceso de recuperación.

Desde que tenía 10 le diagnosticaron leucemia y gracias a la sangre de su mamá busca superar este mal.

Tiene que estar todo el año en su casa y no puede ir a la escuela, ahí tiene que recibir lecciones.

Sofía está en el  último año de escuela, a pesar de tener excelentes calificaciones y disfrutar mucho sus clases, sueña con poder vivir todas las experiencias de esta etapa.

Hace un año los doctores le dijeron a sus padres que su hija había superado esta enfermedad pero a finales del 2015 tuvo una recaída, situación que los derrumbó.

A pesar de las pruebas Sofía no deja de sonreír.

Toda una lección para los demás, principalmente para su papá, el saxofonista y ganador de un record Guinness Geovanny Escalante.

Tras la quimioterapia perdió el cabello y un poco de visión, pero su fe y la esperanza cada día son más grandes.

Sofía espera que al igual que ella muchos aprendan a sonreír sea cual sea la circunstancia.