Por Natalia Jiménez Segura |28 de febrero de 2022, 16:55 PM

Oficialmente, Costa Rica llegó a las 8.000 muertes relacionadas con el COVID-19. Este número ya alcanza la cantidad aproximada de muertes reportadas durante la pandemia del cólera que golpeó a nuestro país en 1856. 

Según los registros y el recuento de los expertos, el cólera ha sido la peor crisis sanitaria que ha afrontado Costa Rica en su historia moderna. Aunque todavía existe un debate en torno a la cifra de los fallecidos, ya que muchos documentos académicos apuntan que el gobierno no recogió todas las muertes provocadas por esa bacteria, sirven como referencia para conocer el devastador impacto de la pandemia del cólera en suelo nacional.

Fernando García, investigador del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales de la Universidad de Costa Rica (UCR) explicó que en aquel momento, en cuestión de dos meses, se infectaron poco más de 50.000 personas y murieron poco más de 8.000 civiles y otros 1.000 que estaban involucrados en el conflicto armado que suscitaba en aquel entonces.

Eso representó el fallecimiento de casi un 10% de la población costarricense; una de cada 10 personas en ese momento murió por causas relacionadas con el cólera.

Archivo del Museo Nacional de Costa Rica, imagen del conflicto armado en 1856.

Actualmente, el COVID-19 ha infectado a 806.928 personas en nuestro país (alrededor del 16% de la población), y 8.037 han perdido la vida. Es decir, esta pandemia ha sido mucho menos mortal.

"Si en este momento se muriera el 10% de la población en Costa Rica, estaríamos hablando de más de 500.000 personas y eso es sumamente improbable que ocurra", acotó García.

¿Por qué? 

García explicó que la letalidad es una de las principales diferencias entre ambas enfermedades debido al sistema de salud que había antes y el que hay en la actualidad.

La trasmisión de la bacteria del cólera se daba por medio de la vía fecal-oral y sus consecuencias eran gastrointestinales. Sin embargo, en ese momento no se tenía mucha información sobre la prevención de los contagios; aún menos algún tipo de tratamiento o medidas de contención sanitarias.

En el caso del COVID-19, esto no ha sido así.

"El hecho diferenciador es que nosotros como humanidad pudimos controlar una pandemia con una vacuna que se desarrolla en menos de un año. Antes, controlar una pandemia podía tardar muchos años e incluso décadas. Es posiblemente el evento histórico más importante en la medicina humana y en la salud pública", indicó García.

Más de un siglo después, en 1991, el cólera regresó a Costa Rica. Sin embargo, en ese momento el sistema de salud era mucho más robusto. Esto hizo que solo se reportaran unos 100 casos y una muerte.

Pese a que el COVID era desconocido, el conocimiento adquirido de anteriores pandemias y la inversión en infraestructura médica durante gran parte del siglo XX hizo que el impacto no fuera tan devastador.

"Si bien es cierto, en Costa Rica se han dado una gran cantidad de casos y un signicativo número de muertes por coronavirus, sin duda alguna esta no es la peor crisis sanitaria por la que ha pasado el país en los últimos años", añadió.

Este escenario tan "controlado" no se ha replicado en todo el mundo, básicamente debido a la desigualdad que existe en los servicios de salud, tratamientos, prevención y medicamentos, entre otros.

"Tenemos que tomar conciencia que vamos a seguir conviviendo con agentes infecciosos, vamos a tener que lidiar con las enfermedades infecciosas por siempre", concluyó.

Desde el sábado, el país reportó 1.264 casos de COVID-19 y 38 muertes. Este lunes, hay 899 personas hospitalizadas: 778 en salón general y 121 en Unidades de Cuidados Intensivos.

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