Por Greivin Moya |28 de diciembre de 2015, 6:22 AM

La iglesia de San Rafael de Heredia con su estilo neogótico es uno de los edificios más preciados de la comunidad, es sin lugar a dudas un emblema para los rafaeleños pues se erigió desde 1887 con la colaboración de muchos habitantes de la Villa de San Rafael en aquel entonces.

Esta obra arquitectónica fue declarada patrimonio histórico y arquitectónico en agosto del 2014 y vecinos de la comunidad  siempre se han preocupado por el  edificio.

Por eso luego de muchas gestiones y trámites se logró que el  Ministerio de Cultura por medio del  departamento de patrimonio  histórico destinara unos 119 millones de colones para  arreglar los techos, canoas y así enfrentar el  principal problema: la  filtración de  agua  de lluvia y la humedad que acecha al edificio. También ese dinero se destinó para pintar por fuera  el templo.

Sin embargo después  de terminados los trabajos parecer que en lugar de solucionar los problemas de filtración, más bien  estos se multiplicaron.

Una comisión constituida por la municipalidad indica que técnicos contratados por ellos afirman que  la pintura que se aplicó en el edificio se abomba por la humedad y se evidencian daños.  

Hay que hacerle un tratamiento a las paredes  para evitar esto,  incluso manifiestan que  eso que se invirtió  en la pintura  es  plata perdida  porque no se le hizo un trabajo rigurosos a la humedad antes de pintar.

Además  aseguran los vecinos  que  el agua se filtra por los vitrales y  provoca hongos  al interior de las paredes del templo que lucen muy afectadas por la humedad y no se  explican  qué tipo de trabajo se hizo para evitar esto.

La comisión  del templo  tiene también  fondos para  pintar el interior pero después del informe elaborado no quiere proceder con los trabajos, porque primero que todo hay que resolver la humedad y las filtraciones sino de lo contrario pintar adentro seria botar el dinero.

Los vecinos  y miembros del Concejo Municipal están pidiendo explicaciones  de los trabajos que se hicieron contratados por el  departamento de patrimonio del Ministerio de Cultura pues nadie ha explicado las labores realizadas y porque si  pretendían resolver problemas de filtración y humedad, esto más bien se agravó.

Parece que a las paredes antes de pintarlas no le hicieron el tratamiento adecuado y  sobretodo quieren respuestas por  los 110 millones de colones de fondos públicos que se invirtieron allí.